jueves, 2 de mayo de 2019


"Una mía y otras a veces.

-Soledad amada. La que amé y de algún modo amo todavía.
-Soledad tumultuosa, en que estás tu contra todos o en medio de todos, sin entender apenas nada.
-Soledad conquistada, después de sacudirse rémoras añosas, con lágrimas a veces, con pérdidas también, pero siempre gratificante.
-Soledad forzosa, cuando nada, nadie importa. Triste, sin duda. Insana probablemente.
-Soledad inmerecida, a la que nos condenan o condenamos, y que como indica el adjetivo , para la cual no hemos hecho méritos que la justifiquen.
-Soledad terapéutica, por sentido comun o por prescripción facultativa.
-Soledad necesaria, íntimamente ligada a la capacidad de dosificarla, para cuando hace falta, opcional y a menudo difícil de explicar (no todxs necesitamos lo mismo...).
-Soledad de soledades, la última supongo, cuando ya Caronte -cosa de los griegos- nos deje al otro lado. Intransferible".

lunes, 18 de febrero de 2019






PUES NO

Levantando un sencillo muro entre el mundo y yo -apenas con unos cascos y Mozart-, decido dejar que el tiempo se deslice desde la nuca a mis dedos y de mis dedos a las teclas, escribiendo inconscientemente al ritmo de unos violines. Las voces no desaparecen del todo, pero se amortiguan y resulta placentera la ilusión de alejarse. Hum, cerca, lejos....Barrio Sésamo, ja. Lejos Venezuela, Africa, Brasil..., guerras, hambrunas, sunamis, terremotos, cadáveres ajenos... Cerca muertos propios, mujeres asesinadas por hombres, independentismos, nacionalismos de distinta índole y color, violaciones, bronco griterio fascistoide, las izquierdas, así plurales y en plural, menudo caos...
Y no hay manera, el muro al final apenas aisla solo del ruido exterior, pero no logra enmudecer el ajetreo  en esta cabeza inquieta y cerca y lejos se mezclan. Y luego está lo personal, el mundo diminuto con sus mañanas en que cuesta levantarse, en las mil labores por cuenta ajena ni remuneradas ni agradecidas, el trabajo poco gratificante, el salario que se queda corto y las horas que a veces sobran y muchas otras veces no llegan a nada, l@s amig@s que ya no están y l@s que por mil y una circunstancia no puedo ver, las cosas que querría y todavía no puedo, las que hay y no quiero..en fin, desasosiegos, amado Pessoa, desasosiegos, pero como dentro de este ser imperfecto habita una optimista -informada, eso sí-...vuelvo la vista atrás y recuerdo quién he sido, qué he hecho, a qué he sobrevivido y en qué he vencido o fracasado y aprendo y me empeño en no olvidar. Después, sin muro, sin cascos, sin red ni paracaídas miro dónde estoy, dosifico en lo posible mis esfuerzos y no pierdo de vista el horizonte de los sueños, esos donde caben proyectos utópicos, o no, amores nuevos, seguro, más sabiduría espero..., muchas ausencias me temo y qué?, pues que me niego a que me roben la memoria, conviertan en inevitable este presente en que pintan bastos o que me vendan un futuro empañado con lo peor de un pasado que no debería de volver. Así que con algún desahogo, una caña de vez en cuando y un mucho de voluntad, esta infante de los últimos coletazos del repugnante franquismo, la adolescente que fui de la democracia en pañales y la mujer un pelín cabreada que soy hoy en este país de confuso perfil NO se rinde. No me da la puta gana.

domingo, 16 de diciembre de 2018

Gota que agota
desborda
hiere
empapa
explica
enturbia
aclara
arrastra
contagia
desarma
amenaza.
Pequeña
transparente
poderosa
salada lágrima.

domingo, 25 de noviembre de 2018

MUTATIS MUTANDIS

Día... 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 9, 10, 11, 12, 13, 
Mirando fuera y escarbando dentro. Muy adentro.


Día... 14, 15, 16, 16, 17, 18, 19, 20
Salto sin red. Inmersión terapéutica.

Día... 21
Escuchas como desde la mordaza de las cajas -lejos- piden a gritos salir y agitarse hasta desencuadernarse...Maiacovski, Pessoa, Yourcenar y tod@s l@s otr@s. Te llega el insistente golpeteo de la virgulilla de la ñ, las tildes y los signos ortográficos (pom,pom,pom), todas las letras desordenadas, todas las ideas en revolución, sin obtener respuesta, mientras tu, enfadada a veces, pierdes pie sin poder rescatarlos y te dices Todavía como consuelo y vuelves al vértigo del naufragio, a aquel Fénix, al otoño y sus melancolias, al silencio afilado como una cuchilla, al viejo reloj  y a tu tiempo al tiempo, socorrido y necesario.

Día... 22
Vuelves sobre tus pasos y tus pesos, te tanteas la chaqueta y los bolsillos, sacudiendo las pelusas de la ropa, pelos de perro, una cana fugitiva y un resto de ceniza, mientras el griterío va en aumento e imaginas los cuadros de tus camisas ordenándose por colores, los pantalones de piernas cruzadas y los calcetines bipolares y mal emparejados. Y los zapatos, las babuchas y las botas?... menudo estruendo en la urgencia de correr y llenarse de barro -todos juntos y tan solos-.

Día... 23
Y tu aquí, el frío, la lluvia, la libertad condicional, sin sombrero, sin bufanda, sin bastón en que aliviar  la cojera intermitente, sin música, sin lectura...sin las cosas pequeñas que hacen hogar. Sin hogar en esta vorágine imposible de ahora sí, ahora no. Y en medio de todo o alrededor de todo o pese a todo....empeñada en resistir.

Día... 24 
Resistencia, resilencia, barricadas, pequeños gestos íntimos y diarios, la vida dando pataditas o patadas en el culo inquieto o en toda la cara y tal  y tal...., paciencia estirada cual chicle, pataleos públicos y privados, etc, etc, etc...pero al fin, pronto, cierto orden, cierta calma.

Día... 25
Con un pie puesto en firme y el otro dispuesto a seguir caminando, hay que echarse a la calle, ponerse por montera lo que toque, dejar la falsa seguridad de la retaguardia y avanzar.

Avanzamos nuevamente, mudando... 


 

viernes, 16 de noviembre de 2018





LA ALDABA A LA QUE YO NO LE DABA

Cuando sólo la tocaban los mayores, porque yo era demasiado pequeña para hacerlo, me moría de ganas de crecer para conseguirlo. Sin embargo, qué desilusión, terminé creciendo, pero lejos y no pude, y cuando pude, se había vencido una parte del tejado, la naturaleza había tomado al asalto el patio, la huerta y el jardín y hecho imposible subir la escalera de la galería, pero subí igualmente por la entrada principal, aquellos cuatro o cinco escalones de piedra y la vieja puerta de madera allí estaba, sujetándose en sus herrajes oxidados y vencidos por el tiempo y moribunda, en el centro, la no menos vieja aldaba de hierro, por fin a la altura de mis ojos y al alcance de la mano. La así con el ansia y la torpeza de la infancia enredándome los dedos y golpeé una vez, haciendo vibrar el mortal silencio del interior de la casa e insistí una vez más, pero ya no sonó, se desmayó en mi mano, sospecho que agotada de tanto esperar para hacer realidad el sueño de aquella niña que fui y cumplida su misión, dulcemente se rindió,
Desde entonces me acompaña en cada hogar que he ido teniendo, retirada de sobresaltos, que ya está muy mayor, pero siempre donde pueda verla, no sea que alguna vez tenga que dar algún otro golpecito a la memoria y me haga falta.

(RECUERDO de la casa de mis tatarabuelos y su aldaba maravillosa)

jueves, 8 de noviembre de 2018

VENDAVAL ENTRE TABIQUES


-Me acuerdo...contraluz, silencio, que no tiene cinturón y sus vaqueros caen un poco y del golpe de ternura cuando toma con naturalidad mis gafas si le hacen falta.

-Me acuerdo de Georges Perec y me acuerdo de mi cuardeno rojo y me acuerdo...Otro día de lluvia, la voz ronca todavía y la última mosca del último verano insistiendo en dibujar infinitos sobre la pantalla.
                                         Plás.
                                                Cambiamos insecto volátil por mancha rojo Kandinsky.
                                         Click.
                                                 Música. Hum. Viejos boleros y limpiarse los zapatos.

El mundo entero en un cuarto pequeño.
Es fácil ir y volver, del teclado a las faenas, de las faenas al infierno o viceversa, mientras se suceden, involuntariamente, incluso durante un ataque de tos, vaivenes de memoria y tomo nota mental.

1-Pequeñas Travesuras de hoy: hacerme la dormida por no dar conversación y negarme a comer otra cosa que no fuese sopa portuguesa y pan de centeno. Toda la culpa es de Mafalda, aunque a ella no le gustase la sopa. Terrible sería no haber conocido nunca Portugal, que no se me olvide volver.

2-Puñeteras impaciencias: insistir en escribir y eliminar, escribir y eliminar,  mismo mensaje en repetidas ocasiones. Resultado último, vence Eliminar.

3-Dolores cerebroemoviscerales...esos que tienen que ver con la lucha entre lo deseado, lo debido y lo permitido. Opción paliativa: esperar sin hacer ruido, no sea que nos desasosieguen o revuelvan nuestras cosas.
                       Parón y fogones.

 Y.........Ohhhh, me acuerdo, me acuerdo, de un libro al azar en una estantería, abierto también al azar, hace muchos años, apenas pasada la adolescencia: Ojos de Perro Azul, de G.García Márquez y la primera frase decía..."tengo miedo de que alguien entre en esta habitación y me revuelva mis cosas".
El miedo, el mio, era fundado. Afortunadamente.


        




miércoles, 24 de octubre de 2018

EN UN PAIS MULTICOLOR




 "En un país multicolor"...aquella cancioncilla de la abeja Maya, que creía yo que ya nadie escuchaba y mucho menos verían sus dibujos, pues no, al menos la tonada sí que suena y lo he descubierto hoy en uno de mis paseos. Y esto no es un ejercicio de nostalgia de canciones infantiles, es más bien el efecto magdalena de Proust, pero más pedestre y que lo que me ha desatado es otra nostalgia, una mucho más profunda y desoladora. Nostalgia de un país como el del título, multicolor, libre, con derechos, con ilusiones y también con lastres, que no todo fue maravilloso e incluso algunas irisadas burbujas acabaron por estallarnos en toda la cara, pero entre el pasado de tinieblas y el incierto futuro, el presente estaba lleno de esperanza y de sueños. Sin embargo ahora, al menos desde mi posición de espectadora beligerante -aunque os suene contradictorio, quizá explique mi percepción en otro momento-, entre el pasado crítico (de crisis) y el tenebroso futuro, que no se si estamos, perdón, están por repetir...el presente está cargado de seres desganados, de ignorancias supinas, de desinformación y travestismos políticos, de corruptelas y grandes corrupciones, de enoooormes dudas y cero interés en buscar respuestas y/o caminos que nos saquen de esta modorra de sofá-cama.
Me cuesta  leer la prensa, no sólo por las noticias en sí mismas, tan desalentadoras casi siempre, sino porque ya no se qué periódico leer, que ya todo lo leo con los ojos cargados de preguntas...De la televisión, las radios o los noticieros digitales, reconocozco que más de lo mismo, tremendas ganas de sumirme en el silencio e intentar que  no me duela todo lo que me duele. Y entonces tiendo al ensimismamiento, a otras lecturas y otras músicas y me descuelgo por la escalera de la memoria buscando donde coño dejamos de ser quienes fuimos y a donde hemos llegado mirándonos sólo el lustre de nuestros zapatos... En fin, quizá esta reflexión, probablemente escrita con torpeza y ningún deseo de hacer un relatorio de desastres venidos, sobrevenidos o por venir, sea poco compartible, pero como me importa un pimiento, ahí se queda.