sábado, 30 de marzo de 2013

GRACIAS

Me miran mis viejas Timberland y yo miro las volutas de humo al sol, mientras me concedo un paseo de fantasía por mi propio universo.

Hadas imposibles, duendes cabreados, brujas tiernas, piratas sin cabeza, sirenas de ceño fruncido, barcos de papel y soldaditos sin plomo.
Saltinbamquis cojos, adivinas tuertas, muchachos imberbes de pies descalzos, mujeres de agua, tiranos con tirantes y gentes sin dios.
Casas sin cimientos, rios de sol, océanos vivos y peces con pulmones sanos, cigarrillos de chocolate, fuegos que no queman y besos que abrasan bosques.
Nombres con vida propia, la memoria vestida de largo, ciudades sin puertas, risas de niños, pelotas, peonzas y pirámides de números.

Diez mil visitas, más de cuatrocientas entradas y sólo mis dos manos, un cerebro que no siempre está donde debiera y un corazón que siempre está donde quiere, aunque no deba...pero ahí seguimos, manos, cerebro, corazón y nunca en ese orden, pero en esta ocasión, al unísono: gracias.

ESPERANZA

No se pueden tener los ojos más azules ni más dulces.
Incluso sus lágrimas tienen azules los destellos
y son más dulces que amargas.
Todo en ella es transparente y claro...
salvo lo que más ama,
que es del color de las noches de luna.
Tiene por meta siempre ir llegando,
por historia un mapa africano,
la felicidad como bandera
y Esperanza hasta en el nombre.
Me cuenta entre sus amigos,
me quiere y me lo recuerda
y yo pago sus desvelos con mis únicas monedas.
Estas son, suyas ahora.



viernes, 29 de marzo de 2013

NOS DA LO MISMO...

Tanta lluvia acabará por enmohecer y reblandecer este viejo cerebro... Qué ganas de cielos azules y horizontes despejados!!!!

Me pasa con frecuencia, necesito luz y poder mirar a lo lejos, sin que nada ni nadie me lo impida, aunque no tenga que ver necesariamente con el gris del invierno o esta primavera recién estrenada que nos condena a caminar bajo todos los balcones.

De repente, cualquier día, me descubro con esta dura cabeza mía entre las manos, los ojos cerrados con fuerza, la mandíbula en tensión y unas ganas incontrolables -o casi- de salir corriendo. No es una huída, es puro instinto de supervivencia. Tomar distancia, respirar profundamente, llenar las pupilas de otros soles!!!! Hummmm....también el olor nuevo de otra tierra o el abrazo de otra piel. Y así estoy, así me he encontrado hace unos minutos...en la línea de salida y a punto de empezar a correr. No me he movido, claro, que no siempre se puede atender al corazón, que para eso está la cabeza también, no sólo para llevar sombrero, sino para poner el freno inprescindible a los desmanes de algunas emociones, aunque reconozco que en mi caso, con demasiada insistencia suele derrotar a mi cabeza mi terco corazón. Lo cual no sabría decir si es bueno o malo, pero me temo que sí es bastante inevitable. Una ha nacido así, o como diría mi hijo, así me nacieron...y así me da la gana de seguir siendo. Mochila, botas, cuaderno, niños....y la línea del horizonte, que lo mismo nos da Cangas que mar abierto....





miércoles, 27 de marzo de 2013

PARA MARIA

HABIA UNA VEZ (no podría empezar de otro modo) un hada... Como todas las hadas con más ternura que talle, más alegría que estatura y nombre demasiado común para alguien tan poco común.

A María la encontré una tarde cerca del mar y aunque la esperaba, en realidad apareció de un salto, como una curiosa Campanilla, pero mi atención abstraída en un seductor animal marino y lo breve del encuentro me impidieron apreciar lo hermosa que era en realidad.

Pasado un tiempo fue ella quien vino a verme, con sus ojos llenos de brillantes estrellas y entonces sí pude observar sus alas de hada valiente, sus generosas manos y sus piececillos dispuestos siempre a ir un pasito más allá. Se perdió de madrugada en mi sofá, ella, tan pequeña y aparentemente tan frágil -todo apariencia, lo juro- y la rescaté improvisando un cuento con Pinochos, delfines, ranas y duendes, cuando ya casi amanecía de mi noche más triste y la suya más sorprendente, que empezó por intentar arrancarse viejas espinas y buscar flores nuevas y terminó recolectando espigas.

La ví irse a dormir, con sus alas plegadas, los ojos casi cerrados, pero la sonrisa perenne y a las pocas horas volver a compartir conmigo rincón, manta y conversación, sonriente todavía y luego marcharse de nuevo a su orilla, otra distinta a la mía y a otro mar también distinto y nos despedimos como sólo se despiden quienes saben que volverán a verse siempre...con un hasta pronto.
Y pronto, muy pronto volveremos a encontrarnos.







POCO ES NECESARIO

Poco es necesario, apenas un rincón donde recostar la cabeza si el sueño la sorprende.
El mínimo espacio en que quepan sus manos, sus pinceles, su cuaderno y su pluma.
Alimento indispensable para conservar la vida y silencio para llenarlo de música.
Risa para las tardes grises,  amor sin etiquetas y olvido sin cicatrices.

Todo lo demás, sólo ruido en el sistema, inútil trasiego de palabras, de mensajes subliminales, de consignas para idiotas. Eso sí, el ánimo siempre en pie de guerra, que rendirse es como morirse por episodios o vivir en facsimil, que para el caso es casi lo mismo.

E insisto, todo lo demás, entornar la puerta y que los que salgan dejen hueco a quienes lleguen para quedarse, que queriendo, todo será cuestión de acomodarse.
Desperezarse sin haber ni haberse mentido, agua dulce en la piel, sal en la mar y en las lágrimas, que llorar libera y al fin, nosotr@s somos también agua.
Un puñado de monedas, una cerveza, un paseo por tu orilla, una charla...

Poco es necesario, imprescindible casi nada.


OLVIDOS

No hay ningún día sin historia, aunque otra cosa es que nuestra memoria la guarde.

El de hoy, que como todos comenzó a las doce de la noche, se ha parecido mucho a otro, con su madrugada lluviosa y fria y como aquel me sorprendió en mi sofá...despierta, sin embargo no huele ni sabe igual. Entonces rompimos el silencio a dos voces y hoy al día lo hizo añicos el silencio.


También así se escribe la historia, con olvidos.




martes, 26 de marzo de 2013

LOLA, IAGO, ANA..

Han ido pasando las horas -en realidad dos días ya- y no he encontrado el momento de pararme. Por algún motivo que se me escapa, mi vida parece ir a la velocidad de la luz y yo mucho más despacio detrás de ella, aunque poco a poco parece que acorto distancias, que los ritmos se acompasan e incluso las emociones van ocupando el espacio que les corresponde. Y todo ello sin más truco ni más magia que las ganas y también, como no, gracias al último fin de semana, que pese a haber sido un auténtico homenaje a la improvisación y pese también a algún breve momento de ira, ha sido una inyección de descanso y de calma. Muchísimas novedades, pero desde el primer segundo ha prevalecido la placentera sensación de estar como en casa y entre gente que corresponde al amor que les tengo, con creces siempre.

Nada más llegar al punto de encuentro, hasta el tiempo nos brindó una tregua y el sol permitió que nos acomodásemos a esperar en una terraza, aunque ni siquiera pude encender un cigarrillo cuando les vi venir. Ahí estaban los tres, Iago hecho un tiarrón con toda su barba, los rizos inconfundibles de Lola y sus andares y a medida que me iba acercando, a la carrera para salirles al paso, Ana, discreta y sin ruido se iba quedando unos pasitos atrás. 

Qué extraño se me hace todavía ser yo quien me pierda en los brazos de Iago, después de haberle tenido perdido entre los míos tantas veces...porque me cuesta creer que han pasado ya tantos años...Pero me dejé abrazar y besar, le abracé y besé su barba, sus ojos, sus labios, su cara, sus manos...que la última vez que nos vimos había sido tan deprisa que me quedé con todas las ganas...Luego Lola, como si nos hubiésemos visto el día anterior, con su contacto dulce, con el tiempo detenido en su boca, con su olor..Y por último,  Ana, nos sonreímos y si la memoria no me falla, lo primero que dijimos fue que "al fin"y sí, al fin nos dimos un largo abrazo, cálido e intenso, como era de esperar...y como era de esperar también...su suave aroma a vainilla.

El día transcurrió sin sobresaltos, entre charlas, risas, paseos, encender el fuego, mi hijo, mi hermano, mis otros amores, viejos y nuevos y la noche, en una de las casas más cálida y apacible que conozco, porque en realidad es una extensión de quien vive en ella y fue como dejarse caer sobre una nube, blandamente. Hablamos sin prisa, acurrucada a su lado en el sofá, mientras una de sus manos acariciaba mi pelo, más cano y corto que hace treinta años y la otra entre las mías...y así me dormí, como si no hubiese dormido en mil años. De hecho, después del desayuno y el largo paseo de la mañana...creo que todavía seguía en un sueño y también luego, en el camino de regreso al mar, así que queda pendiente otra escapada, aunque esta vez sola.

Ah, y al final perdí mi apuesta.















ESCRIBO

Detengo el paso aunque llueva y escribo
Interrumpo el trabajo para respirar y escribo
Me acuerdo de ti y escribo
Te olvido y escribo
Hago el amor y luego escribo
Desciendo a los infiernos y escribo
Me amarga ese dolor, ya sabes y escribo
La risa me deja sin aliento y escribo
Pasas de largo y escribo
Suena el teléfono y escribo
Dormito, recuerdo y escribo
Insomne escribo

Sigo atando mal los zapatos y escribo
Me tiembla el pulso y escribo
Juegan los niños y escribo
Me multan y escribo
La besos me queman los labios y escribo
Grito en silencio y escribo
Te extraño y escribo
No puedo correr y escribo
Me amordazan y escribo
Para vivir...escribo
Para que no te pierdas...escribo
Para encontrarme escribo.



lunes, 25 de marzo de 2013

MUSICA
















Si llega la melancolía, música                                
Si es la alegría la que llama, música

Si el frío nos cala
el miedo nos paraliza
el amor nos mueve
o la vida nos arrastra...música

Si vienes, música
Si faltas, música

Si el tren se ha ido
la mañana tarda
las flores se marchitan
mi rosa te acompaña...música

Si vivo, si muero, si llueve
MUSICA

jueves, 21 de marzo de 2013

DIA DE LA POESÍA...palabras al fin...

Al contrario que tu y yo,
las palabras no envejecen por el uso ni por el paso del tiempo,
que en nuestro caso ha puesto esos surcos en tu entrecejo
o esas pequeñas manchas en el dorso de mis manos.
Las palabras, inmortales,
se ajan y se trasforman en polvo
abandonadas en la pluma o el teclado,
se enrancian y se afean cuando las olvidamos,
pero en cuanto las ponemos a la luz rejuvenecen,
se acicalan y resplandecen más que el sol.
Y si esas palabras echan a andar para decir  te quiero,
entonces si y solo entonces,
quien ya no envejece ni muere es quien las suscribe.




miércoles, 20 de marzo de 2013

DESESPERADAMENTE

Cuantas veces y cuanto empeño ponemos en alcanzar a solas la luna, en obviar le ley de la gravedad, saltar y salir volando sin más ayuda que nuestras torpes manos, cuando en realidad es todo mucho más sencillo.

Hago memoria -ejercicio saludable incluso aunque nos duela- y recuerdo una madrugada, compartiendo un primer vuelo, en que planeamos como pájaros sobre el sorprendente mar de nuestras ganas, tan a ras de agua que sus olas me salpicaron entera. Y otras noches en que perdí pie, cual juguete de papel, en que las misma manos impacientes me pusieron alas...una vez y otra vez y otra vez...hasta agotarme.

He ido y vuelto de la luna sin más oxígeno que el de una boca ni más abrigo que el de unos brazos e incluso me he sentado al borde de una nube escalando una sonrisa, no un día sino muchos. He viajado a lugares lejanos desde mi butaca de lectura a lomos de cien libros y he sido y dejado de ser mil y una noches. Me he llenado de vida y vaciado de dolor con la simple ayuda de un lápiz y un trozo de papel y he sido niña en sepia o blanco y negro, adolescente y mujer a todo color con solo cerrar los ojos una tarde de sol...Y esta noche, después de cargar horas a la espalda, pesadas como losas,  con la ayuda de mi memoria, siempre mi memoria,  he conseguido al menos restaurar la serenidad que se tambalea en una fina cuerda floja, pero al fin noto los pies en su lugar, avanzando hacia el otro extremo y aunque el abismo sigue ahí, mantengo el equilibrio.






RETRATO EN SEPIA















Mujer menuda de mente ágil
de ojos tiernamente pixelados,
de pelo rebelde y voz serena.

Huele a mar lejano y cálido,
a tierra y flor de almendro.

Camina sin prisa pero siempre llega
y cuando aparece lo hace caminando.

Tras sus lentes caben todos los colores
y en cada una de sus pecas cabe
uno de sus mundos...mujer dispersa.

MIEDO (recuperada la nota, no el miedo)

"Cuantas cosas perdermos por miedo a perder" Paulo Coelho.

Con que facilidad nos vemos amenazados y con que lamentable rapidez nos sentimos al borde del abismo y tomamos decisiones precipitadas, como si el mundo se acabase mañana, nuestro mundo perfecto, ordenado, seguro y controlado.

Cerramos puertas en lugar de abrir ventanas que nos inunden de aire fresco y de luz. Cierto es que puede colarse un vendaval, la lluvia, el frío o el calor..., pero siempre vale la pena intentar abrir esas ventanas, aunque se nos remueva el suelo bajo los pies. Hay que sentirse viva, insegura a veces y si toca perder, pues perdamos!

Qué triste, qué castrante, qué cruel puede ser el miedo. Nos atenaza, nos bloquea, nos ahoga y ahoga y bloquea a quienes nos rodean. EL miedo no nos vuelve más prudentes, sino más vulnerables.
Nos resigna, nos conforma con migajas de una alegría a la que sólo asomamos la punta de nuestra pobre nariz...

El miedo nos vuelve desconfiados, egoístas y un mucho miopes. Nos obliga a gestos osados paras disimularlo, a argumentaciones que nos justifiquen y que no son más que muestras de falsa firmeza y en tanto esfuerzo renunciamos al necesario para vencerlo. Pero claro, eso sólo lo descubrimos cuando vemos pasar de largo a aquell@s que no tuvimos el valor de amar o los sueños que no fuimos capaces de hacer realidad o lo que quisimos ser y ni siquiera lo intentamos y para entonces, casi siempre es ya tarde.

Nada hay menos generoso para con un@ mism@ que el miedo.



martes, 19 de marzo de 2013

SOÑEMOS TODO EL TIEMPO

-Léase de un tirón y sin respirar, quien pueda, que así fue escrito en el lapsus de un breve semáforo-

"Pequeños preparativos para pequeña escapada en mi pequeño coche junto a mis pequeños y el pequeño de mis hermanos...a un lugar pequeño donde encontrarme con una mujer pequeña -por fuera- y otra grande -también por dentro- para hacer pequeñas cosas. Y no me olvido de otro pequeño para mí, pero gran hombre ya, cuya casa veré por primera vez".

Puesto que ha tocado tiempo de desencuentros -debe ser cosa de ciclos-...ahora lo que quiero es salir de la espiral, tomar distancia, alejarme de todo y de tod@s, aunque sea breve, muy breve. Probablemente sólo 48 horas, eso sí, con todos sus minutos y segundos, sin desperdiciar ni uno solo y si no se puede dormir, no dormiré, que ya eso vendrá luego, a la vuelta.

El mínimo equipaje habrá de hacerse bien, cuidando de que quede atrás la memoria cruel, esa que se empeña en acompañarnos cuando menos la necesitamos. Nada de llevarse la tristeza acumulada ni un atisbo de dolor  ni siquiera los últimos besos recibidos. Nada. Cuando hay que irse, cuando una quiere irse, debe ser siempre en busca del paraíso. Sé que tiene sus riesgos, que luego las expectativas pueden no cumplirse o no todas, pero igual que no sé querer un poco, tampoco sé soñar en porciones razonables, así que allá voy, con todas las ganas de que lo que hagamos nos haga bien a tod@s.

Esta madrugada, en ese lúcido momento entre el sueño y la vigilia, imaginaba un paseo tranquilo, tal vez en silencio, sintiendo una mano asida a mi brazo o tal vez mi propia mano era la que se apoyaba suavemente en otro brazo y las risas de los niños a lo lejos...Tampoco hace falta mucho más para atrapar un instante feliz. Nada más ni nada menos.

Si es que es cierto, el paraíso puede estar a la vuelta de la esquina. Aunque también el infierno, así que mejor mirar antes de girar, pero soñar, soñar, soñemos todo el tiempo.



(Fotografía de Ana González )



Como dos niños


"Le oí gritar  mi nombre, el único nombre por el que nadie más podría llamarme y corrió alocadamente tras mi coche. Me detuve y yo también corrí a su encuentro y el seguía repitiendo mi nombre, me quitó las gafas y tocó mi ojos, mi boca, mi cara...sus manos alborotaron mi pelo mientras nos mirábamos como niños los dos.

Milagrosamente las lágrimas no resbalaron por mi rostro, sino por mi garganta y fui capaz de regalarle una sonrisa".

Hay encuentros que aun siendo perfectamente predecibles...no dejan de sorprenderme y emocionarme.







viernes, 15 de marzo de 2013

SILENCIO

Silencio
Que alguien amordace el corazón de los relojes
Que las avispas del insomnio no me devoren
Silencio
Que la angustia no se instale en mi almohada
Que la luz se vaya lentamente
Silencio
Que no aúllen los perros a la luna
Que no me duela el sol de la mañana
Silencio
Trás los cristales Morfeo llama...




















(Mi hija, a las pocas horas de nacer...)



NO DEJARÉ QUE NADIE...(que nadie deje...)

No dejaré que nadie me pinte la boca si no es con un beso
Ni que me marquen la piel si no es la pasión quien me hiere
Ni permitiré que me griten si no es para decirme te quiero

No me alzarán la mano más que para los adioses
Ni me harán pedazos los sueños en nombre de nada
Ni me robarán la sonrisa ni el placer de regalarla

No amordazarán mis palabras
Ni me impondrán silencio
Ni mi huella será fruto de las llamas

No amaré a cualquier precio
Ni pagarán mi amor con desgana
Ni nadie pondrá lágrimas...
ni en mis ojos ni en mi cama ni en mi casa.













ANTICIPACION

Improvisar está muy bien. Me encanta la improvisación, pero también me apasiona hacer planes, sobre todo si se trata de un viaje, aunque sea corto -me vale a la vuelta de la esquina-, es disfrutarlo largamente...

La ansiedad de la anticipación:

Cómo será?
Qué haremos?
Incluso qué comeremos?

Estoy en ello, pensando en dos pequeños desplazamientos y ambos me seducen, me apetecen, porque en ambos casos tengo una cuenta pendiente por resolver.

No coinciden en direcciones contrarias, pero casi, con algún nexo común, reencontrarme con dos personas queridas. Una hace muuucho que no la veo, quizás un año y además regreso a una ciudad en la que fui muy feliz. Disfrutaré recorriéndola de nuevo, intentando que mis hijos, que me acompañan, la vean no sólo con sus ojos, sino también con los míos, ahora que han crecido un poco más, al tiempo que subsanaré, espero, algún error cometido...

El otro viaje, un poco más largo, me lleva muy atrás en la memoria y a una conversación demorada veinte años, cuando no había ni tiempo ni lugar para ella. Pero ya sí, ahora sí, que nos la debemos.

Y si esto fuese poco, que no lo es de ninguna manera, me espera una apuesta por ganar o por perder, que nunca se sabe y un encuentro deseado. Una primera vez que, sin duda, será preludio de muchas otras veces.

En fin, que estas fechas de semana santa que tan poco me gustan, pretendo que sean mucho mejores que la mayoría de las que me ha tocado vivir.





jueves, 14 de marzo de 2013

CAGADA DE MOSCA???

Hace tanto tiempo que dejó de darme la gana que...
                                                                                      * ....pero qué es eso?
                                                                                        Una cagada de moscaaa?!

Y ni siquiera ha llegado todavía la primavera. Bueno, ni la primavera ni los amigos ni las alergias a las gramíneas, los olivos, las...todas esas.

Noooo, no es una cagada de mosca, la habría visto revoloteando y tocando las narices...

Já, será una quemadura de la brasa del cigarrillo.
Pués sí que vamos mejorando....cómo se quema un folio virtual??? ehhhh??? O si?. No, no creo. Definitivamente: cagada de mosca.

También podría ser cagada de Papapaco, o de Mari-ano, que sería mucho más lógico y más cercano. Y no he bebido...todavía, que hasta que no llegue la primavera no toca, aunque quizá lo adelante unos días, que me parece que he quedado y habrá que estar a la altura, no, a la bajura, que el alcohol merma las facultades -al menos las mías, ya de por sí mermadas por otros cataclismos-, la voluntad...Ah, la voluntad...que no quiero no quiero y siempre acabo queriendo.

Sí, bueno, beberé antes de primavera y ya en otro momento, cuando vuelva a darme la gana, limpiaré la pantalla y veré si era o no era...cagada de mosca.





             
         

miércoles, 13 de marzo de 2013

PUEDO, SI QUIERO

No es tan difícil hacer olas a medida ni puentes con las manos, que también de besos se hacen escaleras a las nubes y con abrazos abrigos que pueden abrigar toda la vida.

De hecho, alguna vez empedré de palabras un camino a ninguna parte y un par de atajos que me devolvieron a casa cuando me perdí, aunque es verdad que entonces era más joven y ahora que me pesan las canas y los cuentos sin princesas, la ingeniería no es lo que más me apetece. Sin embargo sigo  haciendo trenzas para mi hija cuando el sol de invierno se cuela por la ventana y pistas de carreras para el pequeño con el rastro de mis lágrimas...e incluso soy capaz todavía con mis malos humos, de fumadora reincidente, de conjurar la lluvia en días de verano.

No es difícil, aunque tampoco sé de que depende, pero si sé cuanto me conforta hacer fotos sólo en mi retina y compartirlas por escrito, alfombrar las calles de luciérnagas que corren como coches, tomar trenes que siempre salen de madrugada y van hacia el desierto o esconder el arco iris en mi vieja caja de pinturas. También puedo dibujar con tinta invisible corazones irrompibles o romper con una mirada el muro de algún miedo... Y es que puedo, puedo...que tampoco es tan difícil, si quiero.



UNA SONRISA




Este pequeño intento de alegrar a mis hijos cuando no estoy ha supuesto dos placeres:

1-Sus caras de sorpresa y euforia al verlo. y

2-La líneas que están a continuación, de parte de una excelente amiga y persona y estupenda escritora, Isabel Blanco, que comparto encantada con quiera leerlo.


"Si los ves por detrás, como los veo yo mientras caminan delante de mí para coger el autobús, verás como sus pasos avanzan despacio bajo la carga de las mchilas. En ellas llevan todo lo que necesitan para pasar el día. En el bolsillo exterior, un espacio abultado a presión por la cremallera que lo comprime, van mis besos y mis risas para que a lo largo del día se los vayan repartiendo. Nunca se quedan con todo pues dicen que siempre hay alguien que los necesita más. Carlos , raro es el día, que no le da por lo menos tres risas y cuatro besos a su amiga Marina. Leire los administra con más cautela y suele guardar alguno para el día siguiente. Nunca se sabe."


TUYO ES

                                         
                                            
Ni distancia
Ni angustia
Ni silencio

Ni otro deseo
Ni otra boca
Ni otra voz

Ni que quieras
Ni que quiera
Tuyo es
Este rincón del corazón






martes, 12 de marzo de 2013

TRES PARES DE PIES

Un frío intenso en el rostro, contemplando el mar, un niño bajo cada brazo buscando un calor que a  veces me cuesta encontrar para mi misma, pero que para ellos nunca falta.

Tres pares de pies para andar.

Tarde extraña, imprevista, en la que hemos vuelto sobre nuestras propias huellas buscando no sé que y hemos paseado en silencio un buen rato, hasta que el difícil vuelo de una gaviota a causa del viento, nos ha devuelto la risa justo cuando asomaba alguna lágrima callada en la cara del más pequeño.

Hemos continuado el paseo hasta la punta del espigón, charlando y cogidos de la mano, hemos jugado, incluso tirados en el suelo de madera y hemos continuado con las risas hasta la puerta del coche, pero ahí otra vez mutis. Pasados unos minutos retomamos la charla, una charla mucho más cruda que el peor de los silencios y finalmente les dejé sin las respuestas que esperaban, con sus mochilas al hombro y sus caritas de frío y me fui con una garra en el estómago...





ANACRÓNICA

Camino de los cincuenta, si escribiese del tirón para quienes se merecen el pobre regalo de mis palabras...casi no haría otra cosa, así que poco a poco voy haciéndolo, sin orden ni concierto, pero con la constancia y el agradecimiento de quien se sabe afortunada. Que pese a todo, lo soy.

Este año, 2013, comenzó para mi con una importante carga de tristeza y desasosiego, con pérdidas dolorosas e inesperados vaivenes. También con la necesidad imperiosa de encontrar nuevos paisajes, caras nuevas, voces, manos, sueños, calma...Pero no busqué o no al menos con el suficiente ahínco y sin embargo, la diosa Fortuna, una vez más, me ha salido al camino. Un camino salpicado de desencuentros, de tropiezos, de sinsabores ...y de repente, sentí una mano en el hombro que llegaba desde lejos, desde una isla, una isla real....hasta mi isla, aunque aun así, desde la distancia. Pero ha sido, no sólo mano amiga en el hombro, ha sido caricia, risa, ternura, sorpresa, aprendizaje, música y sobre todo, calma, añorada, necesaria, imprescindible calma en mi atropellada vida.

Conserva la mirada que tenía de niña, pero los años a la espalda, la decisión de no correr si no es preciso, las ganas de echar raíces, al fin en casa, pero sin cerrar ningún horizonte. Con su tercer ojo inundando su pupila y la mía y la de otr@s de imágenes, que en el fondo no son más que retazos de si misma. Con su presencia diaria, que incluso cuando no está no se va nunca del todo, menuda y firme, ha hecho que mi tiempo y mis penumbras se llenen de una luz nueva, cálida y serena.

En breve tenemos un encuentro pendiente y una apuesta, que si la pierdo la pagaré con placer, pero mientras tanto, mujer anacrónica, guárdame un segundo entre la nieve.




domingo, 10 de marzo de 2013

10 DE MARZO DE 1981

10 de marzo de 1981...Regresaba de dos o tres días de de un carnaval como recuerdo pocos, ya que si la memoria no me engaña, la última noche la había terminado en una vía muerta, en un vagón de tren. A media mañana aparecí por el instituto, obviamente después de saltarme un par de clases y me dejé caer por la sala de estudios, que era uno de los mejores espacios posibles, con una de las paredes convertida en inmenso ventanal, con vistas a un soto precioso. Brillaba un sol casi  primaveral y sólo había una persona allí, pero no a quien yo buscaba. Nos saludamos, hice una pregunta, iba a irme y ella me preguntó a dónde iba y mi respuesta fue:

- No sé, si quieres venirte...

Y se vino. Y se vino también al día siguiente y al otro y al otro y al otro....Tenía dieciséis años, enormes ojos, larga melena rizada y unas curvas de escándalo para sus pocos años, que junto a mis desaliñados dieciocho,  todavía por cumplir, que ella era una recién llegada blanco de todas las miradas -y de todas las intenciones-  y yo "un elemento conflictivo"...nos convertimos en una curiosa pareja. Amén de ser dos mujeres -dos casi mujeres- y de querernos siempre a plena luz en un lugar pequeño, rancio y conservador.

No puedo dejar de mencionar un tiempo antes de ese feliz encuentro, otra ocasión en que me prestó dinero para tabaco -cosas de la edad...y la poca administración- en que al darle las gracias le dije "uy, cuánto te voy a querer yo a ti!!!"...Y sí, así fue y ha sido hasta hoy.

Fue una amor de juventud, intenso, apasionado y difícil, que no tuvo opción de agotarse o trasformarse, porque las circunstancias nos separaron irremediablemente, poniendo entre nosotras muchos kilómetros y muchas lágrimas y dejándonos la duda inevitable de qué habría sido si nos lo hubiesen permitido. Sin embargo, el deseo de reencontrarnos fue mucho más poderoso que el empeño de otros en evitarlo y han pasado treinta y dos años, hijos, amores, desamores, soledades, contratiempos, distancia, pero jamás nos hemos perdido y nunca hemos dejado de querernos.

Fue un tiempo y un amor irrepetible, porque ella es también irrepetible.

Gracias, amor, por todos estos años y por todos los que nos quedan por vivir.

















































viernes, 8 de marzo de 2013

SOBRE TODO

Aunque las ricas cenizas de antaño no sean más que gris ceniza
y la memoria amenace con mancharse de polvo envenenado.
Aunque tu voz haga sangre como una afilada espada
y llenes de tierra seca mis heridas, 
Aun así, seguiré celebrando tu vida.

Emborronaré de palabras las huellas de tu paso de caballo enfurecido.
Inundaré de alegría el oscuro rencor de tus ojos.
Sembraré de caricias la sombra dolorida de tus manos...
y sobre todo, sobre todo
seguiré celebrando la Vida.


(7 de marzo de 2013)

lunes, 4 de marzo de 2013

LE VENT NOUS PORTERA

"La materia de los sueños es absolutamente volátil, como las lágrimas, que también se evaporan, al igual que el agua del mar...a pesar de ser inmenso, profundo, bello y misterioso como algunos seres que lo habitan".

Pensando en esta especie de vaguedades, que en realidad no lo son, una puede sentirse pequeña, con palabras diminutas y las manos...las manos otra vez en los bolsillos, mientras miro al otro lado, que ya no volverá a ser el mismo, porque hay paisajes que mudan sólo para nuestros ojos...

Incluso una lluvia menuda como la de esta noche puede hacer surcos en la piel si nos pilla con la blandura suficiente.
                              Divago, que ya bastante hondura tiene el océano.

Acabo de darme cuenta de que sopla el viento, ulula fuera y me pregunto desde donde y hacia donde y recuerdo una canción, "Le vent nous portera"-y si Anne me lee, seguro que se sonreirá- y me entran unas ganas irrefrenables de escucharla y de hecho ahora mismo empieza a sonar y sin embargo, no siempre el viento nos lleva, sobre todo si el miedo nos lastra con la fuerza necesaria, aun cuando ni siquiera nos demos cuenta, confiadas como estamos a veces, en conocer cada uno de nuestros rincones...Aunque en realidad, yo sí creo que el viento me llevará, por que me dejaré ir, por más que la materia de los sueños sea tan frágil que, un golpe de ese mismo viento pueda romperlos...

Efectivamente, que el viento me lleve...del mismo modo que me trajo hasta aquí.










viernes, 1 de marzo de 2013

AMAZONA

Puedo ser funambulista entre comisura y comisura de tu sonrisa
y hacer malabares con nuestros veinte dedos..

Puedo colarme por el caracol de tu oído
y reaparecer entre tus piernas...a narrarte el fin de un cuento

Puedo ser escapista entre tus senos
y sorprenderte por la espalda...

Puedo derribar los tabiques de mi cuarto con la furia de mis manos
y tu, amazona sin montura, derrotarme en un galope...

Puedo quererte y te quiero algunas noches,
con delicia a la luz de todos los días,
en mi cama y en mi mesa
y en la tibieza del sueño y de los sueños

Puedo quererte
y te quiero
entera, fuerte y libre de volver cuando tu quieras.