Muchos días se me afilan los dientes, se me achica la mirada y se me embrutece el pensamiento, cuando leo, escucho, veo, el ejercicio impune del poder y de la fuerza, indiscriminadamente, contra el pequeño, el débil o el diferente y entonces es cuando de verdad me indigno y me avergüenzo de compartir la misma especie.
Cierto..y que impotencia causa!!
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