el amor
el miedo
El frío
el calor
el viento
El silencio
la distancia
la soledad
Cuántos hilos para tan poco títere..., escribió, justo antes del naufragio.
Pero no arrastró a nadie en su estela
ni hubo lágrimas amargas en su funeral.
Decidió, solo, poner punto y final
y con un disparo certero, también uno solo, en la plateada sien,
rompió al fin todos los hilos.
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