Hace mucho tiempo que no tenía miedo, miedo de mi y ahora estoy aterrorizada.
Estoy entrando, sin quererlo, en una espiral que no conduce a nada bueno y que amenaza con hacer tambalear cosas demasiado importantes y que, a veces, hace que me cuestione principios que consideraba incuestionables.
No me gusta lo que siento, no me gusta lo que tengo ganas de hacer. No me gusta que me arrastren a donde no deseo llegar.
No quiero convertirme en lo que más desteto.
No quiero convertirme en quien no soy.
Mientras tanto, los que más amo duermen plácidamente y a mi me ahogan las ganas de gritar...pero como no puedo ni debo, esta es la única manera en la que sí puedo gritar sin perturbar sus sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario