Que alguien amordace el corazón de los relojes
Que las avispas del insomnio no me devoren
Silencio
Que la angustia no se instale en mi almohada
Que la luz se vaya lentamente
Silencio
Que no aúllen los perros a la luna
Que no me duela el sol de la mañana
Silencio
(Mi hija, a las pocas horas de nacer...)
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