No habido un mejor tiempo de palabras
que este dulce momento,
con la piel sintiendo con intensidad desconocida u olvidada,
la cabeza inquieta y el corazón en llamas.
Tiempo de palabras que nacen de la misma boca
que los besos más deseados
o que se atropellan en la mía,
en mi pluma o mi teclado.
-Tiempo fugaz, caprichoso, imparable tiempo-
Tiempo de palabras y caricias, a media luz de tango
o a pleno sol de cualquier mediodía,
con su propia melodía,
al compás de la risa y el abrazo.
Tiempo de palabras como bálsamo,
como queja, como afrodisíaco,
como camino, como espada.
Tiempo entre sábanas.
-Tiempo al tiempo, corazón en llamas-
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