martes, 8 de noviembre de 2011

Ay, esa tos...(para empezar...)

Cof cof...Nunca debí volver a fumar, pensó, pero fue un pensamiento fugaz, liviano, como el mismo humo del cigarrillo proveniente de la mesa de al lado. No era ese un pensamiento o una reflexión sobre la larga lista de "horrores" que acompañan al hecho de fumar de manera continuada, no, nada más lejos...Todo eso lo sabía, antes, durante y después de abandonar el viejo hábito, pero lo que realmente la llevaba a exclamar, de vez en cuando, aquello de "nunca debí volver a fumar", era todo lo que comenzó a añorar a partir del segundo cigarrillo y cuyo recuerdo estaba envuelto en humo de tabaco, a veces sólo de tabaco y otras veces...de otras hiervas...Si, por ejemplo, el cigarro de después de, luego el sexo parecía no tener el mismo dulce final si faltaba el pitillito puñetero...
Las decenas de colillas en el cenicero de aquel viejo café, donde pasaban las horas sin sentir o sintiendo demasiado o esperando a aquel amor que nunca llegó a terminarse del todo...
Podría seguir con la lista de añoranzas que ha provocado esta recaída, pero prefiero irme al terreno de
"la recuperación"..., para lo cual abandonaré temporalmente las cañas, la escritura de bar, cigarro y barra...

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