domingo, 30 de diciembre de 2012

PERDIDA Y REENCONTRADA

He olvidado en que momento de mi vida la perdí, porque simplemente un buen día ya no estaba. Sin embargo, con el correr del tiempo volví a encontrarla, cambiada, eso sí, pero tan  hermosa como la recordaba.

Inevitablemente la miraba con otros ojos, ya que los años habían hecho el trabajo que se esperaba de ellos, dándome más sensatez, más paciencia y más calma, pero aun así, la reconocí perfectamente, tan llena de vitalidad, tan inconsciente, tan inocente y tan feliz como entonces, así que, conocedora de lo poco que podría durarme esta segunda oportunidad, me lancé sin dudar, eufórica, desmedida, entregada, convencida...a disfrutarla.

Rodé por el suelo, hice cabriolas, ensucié mis manos con barro, corrí, me escondí, grité, reí, canté, lloré...como si fuese la primera vez, pero sabiendo que quizá fuese la última.

Una de las muchas maravillas de tener un hijo es esa, la posibilidad de retornar a la infancia y revivirla y yo lo he hecho, lo hago todavía, casi con la misma alegría que cuando era de verdad una niña, porque además sé que no habrá más opciones, que ellos, como yo en su momento, se levantarán una mañana sabiendo que han cruzado una frontera hacia la que ya no habrá retorno, pero confío en que, también como yo, si deciden tener sus propios hijos, vuelvan a la niñez y la disfruten.



viernes, 28 de diciembre de 2012

A LA CALLE ( Para P.)

Charlando la noche pasada...ella me dijo "el futuro no existe, no mires muy lejos, sólo hasta donde alcance tu mirada" y yo le respondí "mal vamos si el futuro es sólo hasta donde lleguen mis ojos". Y sí, es desalentador lo que ven estos ojos, con o sin las gafas que les acompañan ya casi siempre. No es sólo  mi futuro y el de los míos el que aparece entre desasosegantes sombras, pequeño mundo al fin y al cabo, siendo como somos -emulando a Punset- nimias motas del universo, ni siquiera es el futuro del resto del mundo, tan convulso, tan mercantilizado y tan incomprensible a veces para este diminuto ser humano. Pienso más en este país, en el que con la edad que tengo, la curiosidad que no he perdido y la memoria que conservo, he tenido tiempo para estudiar, para leer, para querer saber en donde vivo y por lo tanto, tiempo suficiente para entender que este ya no es el país en el que quise que mis hijos creciesen, que no era el más maravilloso de la tierra, pero era mi país. Un país de larga historia, no toda para enorgullecerse desde luego, pero mucha de ella preñada de logros y de cambios que lo han ido haciendo mejor, gracias al esfuerzo de muchos de sus ciudadanos, que sin embargo ahora permanecen agazapados en sus casas, lamentando el rumbo de las cosas, sin hacer absolutamente nada.

Es cierto que no vivimos una situación que ataña sólo a nuestro pequeño terruño, es verdad que hay hilos que no manejamos y no es menos cierto que individualmente es poco lo que podemos hacer, pero eso no justifica el inmovilismo que observo cada día, la falta de interés por unir esfuerzos, por salir a la calle, donde mejor se nos escuche. 


Casi cada día, en casi todas partes, hay movilizaciones a las que acude muy poca gente. Yo, que me sumo con frecuencia, no dejo de preguntarme dónde están el resto de los que conviven conmigo en mi ciudad, dónde están los cientos de miles de personas que se quejan a cada momento de lo mal que va todo y me entran ganas de gritar aquello de "no nos mires, únete",  que tal vez tu no seas un afectado por las preferentes o todavía no eres víctima de un ERE o de un despido o no tengas hijos cuya educación está en entredicho ni un médico peleando por la Sanidad Pública, pero eres o serás un pensionista cuya jubilación puede desaparecer, un individuo que en algún momento necesitará asistencia sanitaria, el próximo parado mañana puedes ser tu o tu familia ...Nadie se libra de la pérdida de poder adquisitivo, de los sueldos de miseria, de la aniquilación de derechos sociales, de la violencia policial, de las hipotecas, los alquileres abusivos,  del despilfarro, de los abusos bancarios, de las tasas judiciales y de la manipulación de la Justicia o de esta Constitución obsoleta y a todos nos afectarán, si no lo han hecho ya, las medidas de este gobierno, elegido por una mayoría -gracias a la injusta ley electoral que tuvieron a bien imponernos en su momento. Impuesta porque no nos dieron a elegir otra..-una mayoría descontenta ahora, pero aborregada como siempre, servil en su poltrona...Y los demás? Dónde están todos los demás? Los que no votamos esta opción, que no somos tan pocos , diga lo que diga la ley electoral de las narices y que sí quiero suponernos con conciencia crítica y que, por supuesto, sufrimos en carne propia lo que cualquiera en este país y en este momento...

QUÉ COÑO HACEMOS, QUE NO ESTAMOS TODOS EN LA CALLE?????!!!!!!

jueves, 27 de diciembre de 2012

SER

Ser una de sus canas,
arruga de su piel
o pluma de su almohada
Ser saliva, sangre o lluvia,
fluir entre sus pliegues...
silenciosa.

Ser suave brisa en su rostro
o viento en su cintura.
piedra en el camino
o muro en que se apoya.
Ser el agua y la sed,
calor y sombra...

Ser la arena en el zapato,
mar en su proa.
Ser playa
pez
marea.
Caracola
guijarro
espuma y vela...

Ser el sueño que sueña.







miércoles, 26 de diciembre de 2012

NO, porque no quiero.

"No eres el centro de mi vida", NO porque no pudieras serlo, SÍ porque no quiero.
Hay cosas que una debe decir, debe sentir, debe defender, que la dignidad no puede perderse. De nada sirve malgastar energía, palabras ni gestos en quien no lo merece. Hay que verse cada mañana en el espejo sin que el reflejo que nos devuelva nos golpee con vergüenza.

No me resigno ni espero nada tampoco...A enemigo que huye, puente de plata, que dice el refranero...y a un amor que se va, siete cerrojos, añado yo. Porque hay quien un buen día coge la puerta y se va, pero sigue viendo el enfrentamiento donde ni siquiera asoma un poco de hostilidad y ahí no queda más que la calma, la sonrisa condescendiente y quizá un atisbo de compasión, que si se ha amado de verdad, puede que algo quede..., pero después de eso...el octavo cerrojo.


Ni un paso atrás, ni una mirada, ni un mal "que hubiera pasado si...", ni un "por aquello que tuvimos en común"...ni siquiera por lo que tengamos todavía. Cerrojazo y tentetieso. Tente tiesa, erguida, caminando. NO eres el centro de mi vida, porque no quiero.

domingo, 23 de diciembre de 2012

DEL TEMPLO A LA TABERNA

Decidida a no moverme ya de casa, he ido a ponerme cómoda y me ha pasado una cosa curiosa. He cogido una camiseta y al ponérmela me he visto a mi misma hace muchos, muchos años. Sin darme demasiada cuenta he recordado, como si fuera ayer, un día de mi vida, un día en concreto...y lo he disfrutado casi como entonces.

Como decía, hace mucho tiempo, estando de cañas con varias personas, entre las cuales dos estaban pasando unas breves vacaciones en la ciudad en que yo vivía,  comenté que debía retirarme pronto porque al día siguiente tenía que madrugar e interrogada por el motivo expliqué que me esperaba un largo periplo en busca de unos documentos familiares que, tal vez no apareciesen, bien perdidos durante la guerra del 36 o bien en un incendio anterior en el registro correspondiente o incluso podían estar en otro archivo que desconocía. Hasta ahí nada de particular, pero unos minutos después, una de las personas que estaban de visita se ofrecía a acompañarme y ya de paso conocer un poco mi zona. Todo el mundo estuvo de acuerdo, incluida su pareja.
(Debo aclarar que con esta pareja simplemente compartía amigas comunes y un, me temo, nada disimulado interés por una de ellas, justo la que se brindó a acompañarme).

Como entonces no tenía coche, decidimos hacer el pequeño viaje en autobús, que era la única opción posible y salimos muy temprano. Compartimos desayuno y ya no dejamos de charlar ni un sólo minuto: de ella, de mi, de porqué necesitaba esa documentación, de los orígenes de mi familia, de la suya, del paisaje, de los lugares por lo que iba llevándonos el viejo autobús de línea, por una carretera entonces estrecha y mal asfaltada de la Galicia profunda, en la provincia de Lugo. Preguntaba sin cesar y yo le hablaba de mi infancia, tan vinculada a aquel recorrido, de recuerdos que creía olvidados y poco a poco empezó a calentar el sol de la mañana.

Llegamos a nuestro destino y respetuosamente silenciosa fue acompañándome en mis gestiones, infructuosas en esta primera parada, pero continuamos camino, otra vez en autobús, a la casa familiar de mi abuela materna, donde mi tía abuela y su familia nos invitaron a comer y me indicaron hacia donde debía dirigirme luego, para seguir con mi búsqueda. Y eso hicimos, irnos, pero nos encontramos con que el próximo transporte, en realidad el único que habría ya aquel día, pasaría mucho más tarde, de manera que le propuse que intentásemos hacer el trayecto andando y si acaso luego, en auto-stop -idea bastante peregrina, porque el tráfico de la zona era más bien escaso-.

Antes de dejar atrás las últimas casas, nos detuvimos a beber agua fresca en el manantial que brotaba -y brota- junto al viejo lavadero comunal, para luego seguir caminando un buen rato sin hablar, pero de repente se me ocurrió enseñarle, ya que nos pillaba de paso, un pequeño riachuelo junto a un prado de mi familia en el que solía jugar cuando, en las vacaciones escolares, pasaba unos días por allí. Ella accedió encantada y dejamos la carretera. Efectivamente, seguía siendo un lugar cálido y agradable, aunque el riachuelo apenas llevaba agua en ese momento, así que nos dimos un paseo por el cauce casi seco, mientras hablábamos de mi crisis de pareja, en pleno auge en aquel entonces y de las dudas sobre la suya. El caso es que, por más vueltas que le doy, no consigo recordar que provocó que nos encontrásemos frente a frente, peligrosamente cerca, tan peligrosamente que nos besamos, dulce y apasionadamente a la vez y tampoco sé cuanto duró aquel beso ni como luego seguimos caminando, en silencio, por la maltrecha carretera, una al lado de la otra, rozándonos apenas.

Un coche se detuvo a nuestra altura y se ofreció a llevarnos, el único que vimos en todo el camino,  pero al unísono agradecimos el gesto y continuamos caminando. Llegamos a una iglesia que yo no visitaba desde hacía muchísimos años, pero que recordaba perfectamente. Frente a ella estaba la casa parroquial, donde me apresuré a llamar en busca de información, que esta vez sí encontré y que me sería de mucha ayuda más adelante, aunque no aquel día. Tras despedirnos del anciano y amable párroco, nos dimos un paseo por el recinto, mientras iba contándole anécdotas infantiles e incluso visitamos el panteón familiar. Hacía calor y nos recogimos en una pequeña casa baja, adosada a la iglesia que hacía las veces de aula de catequesis y cuya puerta yo recordaba siempre abierta, como así fue. Ahí, inevitablemente, nos besamos de nuevo, con tantas ganas que nos dio miedo y acabamos por sentarnos en un banco. Bueno, no, yo me senté en el banco y ella se recostó, colocando su cabeza en mi regazo, mientras ambas recuperábamos el resuello.

Estuvimos así algún tiempo, hasta que sin darme cuenta, mientras intentábamos distraer el deseo hablando atropelladamente, acaricié su pelo y su cara, el contorno de sus labios, su barbilla...y ella respondió acercando una de sus manos y tomando suavemente la mía, para ir acompañándome, reconduciendo mis tímidas caricias a otros lugares de su cuerpo....Entonces vi como con la mano libre soltaba el cinturón de su hebilla y temblorosa pero firme desabrochaba el botón de su vaquero y bajaba la cremallera...No recuerdo hasta entonces, en toda mi vida, una punzada de deseo, rozando el dolor, como en aquel instante, sobre todo porque en aquel inesperado momento todavía no sabía que eso mismo seguiría sucediendo durante mucho, muchísimo tiempo después.

En realidad apenas ocurrió mucho más..., obviamente no era el mejor lugar para amarse, de manera que conseguimos llegar al siguiente pueblo y tomarnos por fin, unas ansiadas cervezas, que refrescasen nuestras resecas gargantas, para luego tomar un último autobús que nos devolviese al lugar de origen, mientras cantábamos una canción de El Último de la Fila: "Del templo a la taberna", que con el tiempo, siempre que la escuchábamos de nuevo, nos daba mucha risa.



INOLVIDABLES

Luminosas calles, árboles también luminosos, luces en las ventanas y luz en los hogares tristes.

Alumbran los carteles en la autopista, a las puertas del supermercado, mientras unas viejas manos rebuscan en la basura, en el hospital con menos camas y más desgana cada día y en el parque con más ancianos solos que niños. Destellos de colores, machacones villancicos en los patios de colegio, donde agoniza públicamente la educación que conocimos. Guirnaldas doradas y bombillas parpadeantes acompañan la desesperada espera en las largas colas de  las oficinas de empleo y en las empresas papasnoeles y reyesmagos de cartónpiedra, sin cesta para nadie y futuro para pocos. Policía tomando las calles, violencia gratuita revestida de legalidad, fascistas disfrazados de demócratas, mujeres muertas a manos de maridos, novios o amantes y la justicia, casi siempre, mirando para otro lado. Inmigrantes atenazados por el miedo, abuelos rescatados de residencias por amor, por amor a su pensión como único sustento, niños mal vestidos y hogares desahuciados. Recortes, rescates, hipotecas por pagar, activos tóxicos, prima de riesgo...Hambre para hoy y más hambre para mañana...

Much@s no olvidarán estas navidades, ni siquiera las que no creemos en ella.


jueves, 20 de diciembre de 2012

EN LA ORILLA


"Hoy he recordado
-extraño olvido-
que en invierno no trinan los pájaros,
que como en el tango,
la nieve nos platea la sién
y el tiempo y el viento
nos curten la piel..."

He seguido en mis olvidos -no queriendo recordar que por ti supe que tenía corazón- mientras la fría lluvia de diciembre, mansamente, arrastró mis huellas hasta el fin del viaje, la mar, donde la sal y la espuma confunden  los sueños y los días... y donde, como siempre, tu al timón y yo en la orilla, torpe proel que fui otrora en tu barco.

"En la orilla,
viendo languidecer las estrellas
y la perezosa luna,
mientras,
ahora sí... ahora no,
los destellos del faro
acompañan el eterno vaivén de las olas.

Hice añicos una frágil concha entre las manos,
savia nueva para la arena
y unas gotas de sangre amarga,
hiel de ira,
empañaron tu memoria."


Aunque ya no me desangro en las fauces de la fiera, porque ya no me importa tanto el devenir de tu historia, pero eres sombra, al fin y al cabo, de quien fui y quien soy ahora y aun sin sol, la sombra nunca se pierde.










martes, 18 de diciembre de 2012

COMO NADIE NUNCA

Tierna
imaginativa
poderosa
perversa
salvaje
dominante
sumisa
provocadora
sugestiva

he añorado la certeza de tu piel
dormir en los márgenes de tu boca
acariciarte con la mirada a años luz
pero impresa tu imagen siempre en la retina

he añorado
vida mía
el abrazo en tu espalda
tus gemidos ahogados en la almohada
las manos aferradas a tus muslos
licuada en la pericia de tus dedos

he soñado tu presencia
tan lejana ahora
pero enloquecida como siempre

porque como contigo
con nadie nunca





sábado, 15 de diciembre de 2012

IMAGINARLA

Es fácil imaginarla ensimismada, callejeando a deshoras con su perro, fiel amigo que no demanda respuestas ni explicaciones y además, estoy convencida, ambos se necesitaban y se ayudan. Tampoco me cuesta suponerla peleando contra la tentación malsana de hacer recuento de pérdidas y no precisamente o no solo, de las derivadas de este sistema que nos devora impunemente. Hay otras pérdidas irreparables cuyo dolor nos vuelve vulnerables, aunque si no nos dejamos arrastrar en la inercia de dolerse, de mirarse la herida abierta, también pueden devolvernos a la realidad y a la soledad a las que nos condena la ausencia de alguien amado, con fuerza insospechada. Y yo creo firmemente que ella puede, a pesar de que no pueda dar razones entendibles, por que no en más que bastante de intuición y un mucho de deseo de que así sea.

También la imagino llenando de música las horas o de músicas y de quienes las paren, maravillándose con la creación ajena y reinventándose a si misma, cada día varias veces...Y recuerdo cuando nos conocimos, que no hace ni siquiera un año, lo rápido, lo fácil y lo enriquecedor que fue entenderse.

Ahora toca esperar para sentarnos, botella de buen tinto de la tierra, unas crudités para su paladar vegetariano y tiempo para conversar tranquilamente.

Un abrazo para seguir con la pelea y un mimo a su pequeño amigo.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

HOY SÓLO UNAS LÍNEAS

Hoy, sin querer,  he llegado hasta ti cuando no eras tu ni eras importante para mi...

Hoy hemos compartido recuerdos que nunca vivimos juntas, porque tu empezabas a correr entonces y mis alas me llevaban ya hacia otros cielos y al mismo tiempo descubrí cuánto sé de tu vida que ignoraba que sabía.

Hoy, un mal día para ambas,  hemos aliviado con ternura algunas heridas y hemos vuelto a decirnos lo mucho que nos queremos, por extraño que pueda parecernos incluso a nosotras mismas y hasta la distancia, esa que me da a veces tanto vértigo, se ha hecho increíblemente más pequeña.

Hoy sí, hoy hemos estado mucho más cerca.


domingo, 9 de diciembre de 2012

MUJER

Empezó por lo más obvio,  abrió su bolso, rebuscó en su pequeño caos y encontró la cartera de la que extrajo el documento acreditativo de su identidad, una identidad en la que nada había tenido que ver ella, puesto que no había decidido ser creada y luego lanzada al mundo sin paracaídas. Tampoco habían esperado a preguntarle cuál sería el nombre que más podría gustarle  -que una mala elección puede ser un calvario para cualquiera-y sería deseable poder encontrarse a gusto con el, encajándonos como un buen traje hecho a medida. Así que, entre reflexión y reflexión, tomó el DNI en su mano izquierda y con la derecha encendió un mechero cuya llama alcanzó el plasticoso símbolo hasta hacerlo desaparecer.

Se sonrió para sí misma y acto seguido se desabrochó despacio la camisa que, cuidadosamente, colgó en el respaldo de una silla y tras ella el sujetador al que, con bastante menos aprecio y asido por un tirante dejó caer en el cubo de la basura.

La misma suerte corrieron las incómodas medias y los insanos zapatos de tacón, los potingues para disimular ojeras, el lápiz de ojos, las barras de labios, los distintos maquillajes y sombras de ojos, las uñas de quita y pon y toda la colección de esmaltes, la cera, las cuchillas de afeitar, las pinzas de depilar. También el secador y la plancha del pelo, la gomina, la espuma, los rulos y el tinte en todos sus tonos...

Hizo añicos el carné del gimnasio, anuló las clases de pilates y las suscripciones a las revistas de moda y decoración de interiores. Incluso los libros de cocina acabaron en el contenedor más próximo, junto a tooooodos los manuales de los electrodomésticos y...el que venga o la que venga luego, allá se las componga.

Completamente desnuda, sobre la cama, pensó que a partir de ese instante tendría el único nombre que  realmente la definía y que no necesitaba de más aditamentos soy una mujer y ese es el único nombre que quiero: mujer.

Mujer sin más apellidos, ni el de madre ni el de amante ni el de esposa ni nada que no sea yo misma. Mujer con todas las consecuencias y todas las alegrías.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

TOMA Y GUARDALO...
















de valles
de arena
de lluvia
de la sal del mar
de cielos azules
de verde hierba

de sombras
de luz
de locura
de pasión
de ternura

de silencios
de ausencia
de mentiras
de verdad
de esperas
de melancolía

de paisajes
de caminos
de versos
de otoños
de trenes
de estaciones

de cansancio
de sorpresas
de noches
de días
de besos
de caricias



toma y guárdalo
este viejo corazón de niña




domingo, 2 de diciembre de 2012

NADA ME DEJES

no me regales tu boca
haz que me la gane
ni te quites la ropa
hasta que mis ganas te la arranquen.
no te acerques
y mantén la torturante distancia
hasta que mis manos se crispen
y la voz se me rompa de llamarte

no me esperes y ve empezando tu
sin que te importe mi aliento contenido
ni mis ojos como añicos de cristales
dosifícame las caricias que abrasan
los besos que enervan
y el vaivén de tus caderas

detente a fumar un cigarrillo
largo como la noche más larga
mírame sin miedo
provoca el deseo más intenso
humedece los labios
mientras yo me ahogo en mi ansia de besarte

ni tus pezones endurecidos
ni el sutil temblor de tus muslos
ni la boca entreabierta
ni la respiración al galope
nada me des
nada me dejes
hasta que suplique
vencida entre tus senos

déjame que me muera
mientras tu te vas estremecida
y que resucite luego en el placer de tu calma y de tu cama
en las sábanas mojadas
con tu abrazo al fin
tus uñas en la espalda
y entonces sí
amarte sin remedio hasta el alba




sábado, 1 de diciembre de 2012

CRONICA DE UN DESPERTAR

Me despertó una sirena y el frío en la nariz, después de haber dormido plácidamente en el sofá, con una de las ventanas entreabierta y la gélida noche, alevosa, colándose por los rincones.

Me costó cierto tiempo y esfuerzo recuperar mi forma original, después de horas abrazándome a mi misma, convertida en un totum revolutum de brazos, piernas, espalda, pies y cabeza amalgamadas, pero pese a todo fui capaz de enderezarme sin dolor. Mis primeros pasos, torpes todavía, me llevaron hasta la cadena de música y un dedo errático buscaba el play, pero el cerebro, más despierto de lo que parecía, en el último instante dio la orden precisa y me fui hacia la cocina en silencio, sólo roto por la algarabía de las gaviotas y el ronroneo lejano de algún coche.

Un par de hermosas, aromáticas y dulces naranjas me regalaron su zumo, que bebí a sorbos cortos y placenteros, de pie, en la cocina, mirando distraída algunos detalles pendientes. Mecánicamente, sucumbiendo a las propias rutinas, fregué el vaso y las piezas del exprimidor y me fui al baño. Abrí el grifo de la ducha, hice un pis que ya era absolutamente urgente y me desprendí de la ropa del día anterior, ya que el sueño, tan difícil a veces, en otras ocasiones como esta me ha pillado a traición y yo me dejé pillar, no fuese a irse.

El agua estaba demasiado caliente, pero aún así no quise regularla, hasta que a fin mi piel dejó de sentirse abrasada. Hace mucho tiempo que una simple ducha no me resultaba tan gratificante y terminé de traspasar la línea entre la noche y el día sintiéndome felizmente despierta, tan feliz y tan despierta que, al amparo de la soledad y de la falta de prisa...propicié un magnífico y sonoro orgasmo que terminó de alegrarme la mañana. Luego, en albornoz y babuchas, me he sentado frente al teclado, he revisado los posibles quehaceres para hoy y me he puesto a escribir, casi sin darme cuenta y por supuesto, sin ningún falso pudor, para desear que tengáis un sábado tan bueno como auguro que será el mío y ahora, voy a vestirme y a darme un buen paseo por el mercadillo del Casco Vello con la mejor de las compañías, o sea, con mi señora madre.