domingo, 30 de diciembre de 2012

PERDIDA Y REENCONTRADA

He olvidado en que momento de mi vida la perdí, porque simplemente un buen día ya no estaba. Sin embargo, con el correr del tiempo volví a encontrarla, cambiada, eso sí, pero tan  hermosa como la recordaba.

Inevitablemente la miraba con otros ojos, ya que los años habían hecho el trabajo que se esperaba de ellos, dándome más sensatez, más paciencia y más calma, pero aun así, la reconocí perfectamente, tan llena de vitalidad, tan inconsciente, tan inocente y tan feliz como entonces, así que, conocedora de lo poco que podría durarme esta segunda oportunidad, me lancé sin dudar, eufórica, desmedida, entregada, convencida...a disfrutarla.

Rodé por el suelo, hice cabriolas, ensucié mis manos con barro, corrí, me escondí, grité, reí, canté, lloré...como si fuese la primera vez, pero sabiendo que quizá fuese la última.

Una de las muchas maravillas de tener un hijo es esa, la posibilidad de retornar a la infancia y revivirla y yo lo he hecho, lo hago todavía, casi con la misma alegría que cuando era de verdad una niña, porque además sé que no habrá más opciones, que ellos, como yo en su momento, se levantarán una mañana sabiendo que han cruzado una frontera hacia la que ya no habrá retorno, pero confío en que, también como yo, si deciden tener sus propios hijos, vuelvan a la niñez y la disfruten.



viernes, 28 de diciembre de 2012

A LA CALLE ( Para P.)

Charlando la noche pasada...ella me dijo "el futuro no existe, no mires muy lejos, sólo hasta donde alcance tu mirada" y yo le respondí "mal vamos si el futuro es sólo hasta donde lleguen mis ojos". Y sí, es desalentador lo que ven estos ojos, con o sin las gafas que les acompañan ya casi siempre. No es sólo  mi futuro y el de los míos el que aparece entre desasosegantes sombras, pequeño mundo al fin y al cabo, siendo como somos -emulando a Punset- nimias motas del universo, ni siquiera es el futuro del resto del mundo, tan convulso, tan mercantilizado y tan incomprensible a veces para este diminuto ser humano. Pienso más en este país, en el que con la edad que tengo, la curiosidad que no he perdido y la memoria que conservo, he tenido tiempo para estudiar, para leer, para querer saber en donde vivo y por lo tanto, tiempo suficiente para entender que este ya no es el país en el que quise que mis hijos creciesen, que no era el más maravilloso de la tierra, pero era mi país. Un país de larga historia, no toda para enorgullecerse desde luego, pero mucha de ella preñada de logros y de cambios que lo han ido haciendo mejor, gracias al esfuerzo de muchos de sus ciudadanos, que sin embargo ahora permanecen agazapados en sus casas, lamentando el rumbo de las cosas, sin hacer absolutamente nada.

Es cierto que no vivimos una situación que ataña sólo a nuestro pequeño terruño, es verdad que hay hilos que no manejamos y no es menos cierto que individualmente es poco lo que podemos hacer, pero eso no justifica el inmovilismo que observo cada día, la falta de interés por unir esfuerzos, por salir a la calle, donde mejor se nos escuche. 


Casi cada día, en casi todas partes, hay movilizaciones a las que acude muy poca gente. Yo, que me sumo con frecuencia, no dejo de preguntarme dónde están el resto de los que conviven conmigo en mi ciudad, dónde están los cientos de miles de personas que se quejan a cada momento de lo mal que va todo y me entran ganas de gritar aquello de "no nos mires, únete",  que tal vez tu no seas un afectado por las preferentes o todavía no eres víctima de un ERE o de un despido o no tengas hijos cuya educación está en entredicho ni un médico peleando por la Sanidad Pública, pero eres o serás un pensionista cuya jubilación puede desaparecer, un individuo que en algún momento necesitará asistencia sanitaria, el próximo parado mañana puedes ser tu o tu familia ...Nadie se libra de la pérdida de poder adquisitivo, de los sueldos de miseria, de la aniquilación de derechos sociales, de la violencia policial, de las hipotecas, los alquileres abusivos,  del despilfarro, de los abusos bancarios, de las tasas judiciales y de la manipulación de la Justicia o de esta Constitución obsoleta y a todos nos afectarán, si no lo han hecho ya, las medidas de este gobierno, elegido por una mayoría -gracias a la injusta ley electoral que tuvieron a bien imponernos en su momento. Impuesta porque no nos dieron a elegir otra..-una mayoría descontenta ahora, pero aborregada como siempre, servil en su poltrona...Y los demás? Dónde están todos los demás? Los que no votamos esta opción, que no somos tan pocos , diga lo que diga la ley electoral de las narices y que sí quiero suponernos con conciencia crítica y que, por supuesto, sufrimos en carne propia lo que cualquiera en este país y en este momento...

QUÉ COÑO HACEMOS, QUE NO ESTAMOS TODOS EN LA CALLE?????!!!!!!

jueves, 27 de diciembre de 2012

SER

Ser una de sus canas,
arruga de su piel
o pluma de su almohada
Ser saliva, sangre o lluvia,
fluir entre sus pliegues...
silenciosa.

Ser suave brisa en su rostro
o viento en su cintura.
piedra en el camino
o muro en que se apoya.
Ser el agua y la sed,
calor y sombra...

Ser la arena en el zapato,
mar en su proa.
Ser playa
pez
marea.
Caracola
guijarro
espuma y vela...

Ser el sueño que sueña.







miércoles, 26 de diciembre de 2012

NO, porque no quiero.

"No eres el centro de mi vida", NO porque no pudieras serlo, SÍ porque no quiero.
Hay cosas que una debe decir, debe sentir, debe defender, que la dignidad no puede perderse. De nada sirve malgastar energía, palabras ni gestos en quien no lo merece. Hay que verse cada mañana en el espejo sin que el reflejo que nos devuelva nos golpee con vergüenza.

No me resigno ni espero nada tampoco...A enemigo que huye, puente de plata, que dice el refranero...y a un amor que se va, siete cerrojos, añado yo. Porque hay quien un buen día coge la puerta y se va, pero sigue viendo el enfrentamiento donde ni siquiera asoma un poco de hostilidad y ahí no queda más que la calma, la sonrisa condescendiente y quizá un atisbo de compasión, que si se ha amado de verdad, puede que algo quede..., pero después de eso...el octavo cerrojo.


Ni un paso atrás, ni una mirada, ni un mal "que hubiera pasado si...", ni un "por aquello que tuvimos en común"...ni siquiera por lo que tengamos todavía. Cerrojazo y tentetieso. Tente tiesa, erguida, caminando. NO eres el centro de mi vida, porque no quiero.

domingo, 23 de diciembre de 2012

DEL TEMPLO A LA TABERNA

Decidida a no moverme ya de casa, he ido a ponerme cómoda y me ha pasado una cosa curiosa. He cogido una camiseta y al ponérmela me he visto a mi misma hace muchos, muchos años. Sin darme demasiada cuenta he recordado, como si fuera ayer, un día de mi vida, un día en concreto...y lo he disfrutado casi como entonces.

Como decía, hace mucho tiempo, estando de cañas con varias personas, entre las cuales dos estaban pasando unas breves vacaciones en la ciudad en que yo vivía,  comenté que debía retirarme pronto porque al día siguiente tenía que madrugar e interrogada por el motivo expliqué que me esperaba un largo periplo en busca de unos documentos familiares que, tal vez no apareciesen, bien perdidos durante la guerra del 36 o bien en un incendio anterior en el registro correspondiente o incluso podían estar en otro archivo que desconocía. Hasta ahí nada de particular, pero unos minutos después, una de las personas que estaban de visita se ofrecía a acompañarme y ya de paso conocer un poco mi zona. Todo el mundo estuvo de acuerdo, incluida su pareja.
(Debo aclarar que con esta pareja simplemente compartía amigas comunes y un, me temo, nada disimulado interés por una de ellas, justo la que se brindó a acompañarme).

Como entonces no tenía coche, decidimos hacer el pequeño viaje en autobús, que era la única opción posible y salimos muy temprano. Compartimos desayuno y ya no dejamos de charlar ni un sólo minuto: de ella, de mi, de porqué necesitaba esa documentación, de los orígenes de mi familia, de la suya, del paisaje, de los lugares por lo que iba llevándonos el viejo autobús de línea, por una carretera entonces estrecha y mal asfaltada de la Galicia profunda, en la provincia de Lugo. Preguntaba sin cesar y yo le hablaba de mi infancia, tan vinculada a aquel recorrido, de recuerdos que creía olvidados y poco a poco empezó a calentar el sol de la mañana.

Llegamos a nuestro destino y respetuosamente silenciosa fue acompañándome en mis gestiones, infructuosas en esta primera parada, pero continuamos camino, otra vez en autobús, a la casa familiar de mi abuela materna, donde mi tía abuela y su familia nos invitaron a comer y me indicaron hacia donde debía dirigirme luego, para seguir con mi búsqueda. Y eso hicimos, irnos, pero nos encontramos con que el próximo transporte, en realidad el único que habría ya aquel día, pasaría mucho más tarde, de manera que le propuse que intentásemos hacer el trayecto andando y si acaso luego, en auto-stop -idea bastante peregrina, porque el tráfico de la zona era más bien escaso-.

Antes de dejar atrás las últimas casas, nos detuvimos a beber agua fresca en el manantial que brotaba -y brota- junto al viejo lavadero comunal, para luego seguir caminando un buen rato sin hablar, pero de repente se me ocurrió enseñarle, ya que nos pillaba de paso, un pequeño riachuelo junto a un prado de mi familia en el que solía jugar cuando, en las vacaciones escolares, pasaba unos días por allí. Ella accedió encantada y dejamos la carretera. Efectivamente, seguía siendo un lugar cálido y agradable, aunque el riachuelo apenas llevaba agua en ese momento, así que nos dimos un paseo por el cauce casi seco, mientras hablábamos de mi crisis de pareja, en pleno auge en aquel entonces y de las dudas sobre la suya. El caso es que, por más vueltas que le doy, no consigo recordar que provocó que nos encontrásemos frente a frente, peligrosamente cerca, tan peligrosamente que nos besamos, dulce y apasionadamente a la vez y tampoco sé cuanto duró aquel beso ni como luego seguimos caminando, en silencio, por la maltrecha carretera, una al lado de la otra, rozándonos apenas.

Un coche se detuvo a nuestra altura y se ofreció a llevarnos, el único que vimos en todo el camino,  pero al unísono agradecimos el gesto y continuamos caminando. Llegamos a una iglesia que yo no visitaba desde hacía muchísimos años, pero que recordaba perfectamente. Frente a ella estaba la casa parroquial, donde me apresuré a llamar en busca de información, que esta vez sí encontré y que me sería de mucha ayuda más adelante, aunque no aquel día. Tras despedirnos del anciano y amable párroco, nos dimos un paseo por el recinto, mientras iba contándole anécdotas infantiles e incluso visitamos el panteón familiar. Hacía calor y nos recogimos en una pequeña casa baja, adosada a la iglesia que hacía las veces de aula de catequesis y cuya puerta yo recordaba siempre abierta, como así fue. Ahí, inevitablemente, nos besamos de nuevo, con tantas ganas que nos dio miedo y acabamos por sentarnos en un banco. Bueno, no, yo me senté en el banco y ella se recostó, colocando su cabeza en mi regazo, mientras ambas recuperábamos el resuello.

Estuvimos así algún tiempo, hasta que sin darme cuenta, mientras intentábamos distraer el deseo hablando atropelladamente, acaricié su pelo y su cara, el contorno de sus labios, su barbilla...y ella respondió acercando una de sus manos y tomando suavemente la mía, para ir acompañándome, reconduciendo mis tímidas caricias a otros lugares de su cuerpo....Entonces vi como con la mano libre soltaba el cinturón de su hebilla y temblorosa pero firme desabrochaba el botón de su vaquero y bajaba la cremallera...No recuerdo hasta entonces, en toda mi vida, una punzada de deseo, rozando el dolor, como en aquel instante, sobre todo porque en aquel inesperado momento todavía no sabía que eso mismo seguiría sucediendo durante mucho, muchísimo tiempo después.

En realidad apenas ocurrió mucho más..., obviamente no era el mejor lugar para amarse, de manera que conseguimos llegar al siguiente pueblo y tomarnos por fin, unas ansiadas cervezas, que refrescasen nuestras resecas gargantas, para luego tomar un último autobús que nos devolviese al lugar de origen, mientras cantábamos una canción de El Último de la Fila: "Del templo a la taberna", que con el tiempo, siempre que la escuchábamos de nuevo, nos daba mucha risa.



INOLVIDABLES

Luminosas calles, árboles también luminosos, luces en las ventanas y luz en los hogares tristes.

Alumbran los carteles en la autopista, a las puertas del supermercado, mientras unas viejas manos rebuscan en la basura, en el hospital con menos camas y más desgana cada día y en el parque con más ancianos solos que niños. Destellos de colores, machacones villancicos en los patios de colegio, donde agoniza públicamente la educación que conocimos. Guirnaldas doradas y bombillas parpadeantes acompañan la desesperada espera en las largas colas de  las oficinas de empleo y en las empresas papasnoeles y reyesmagos de cartónpiedra, sin cesta para nadie y futuro para pocos. Policía tomando las calles, violencia gratuita revestida de legalidad, fascistas disfrazados de demócratas, mujeres muertas a manos de maridos, novios o amantes y la justicia, casi siempre, mirando para otro lado. Inmigrantes atenazados por el miedo, abuelos rescatados de residencias por amor, por amor a su pensión como único sustento, niños mal vestidos y hogares desahuciados. Recortes, rescates, hipotecas por pagar, activos tóxicos, prima de riesgo...Hambre para hoy y más hambre para mañana...

Much@s no olvidarán estas navidades, ni siquiera las que no creemos en ella.


jueves, 20 de diciembre de 2012

EN LA ORILLA


"Hoy he recordado
-extraño olvido-
que en invierno no trinan los pájaros,
que como en el tango,
la nieve nos platea la sién
y el tiempo y el viento
nos curten la piel..."

He seguido en mis olvidos -no queriendo recordar que por ti supe que tenía corazón- mientras la fría lluvia de diciembre, mansamente, arrastró mis huellas hasta el fin del viaje, la mar, donde la sal y la espuma confunden  los sueños y los días... y donde, como siempre, tu al timón y yo en la orilla, torpe proel que fui otrora en tu barco.

"En la orilla,
viendo languidecer las estrellas
y la perezosa luna,
mientras,
ahora sí... ahora no,
los destellos del faro
acompañan el eterno vaivén de las olas.

Hice añicos una frágil concha entre las manos,
savia nueva para la arena
y unas gotas de sangre amarga,
hiel de ira,
empañaron tu memoria."


Aunque ya no me desangro en las fauces de la fiera, porque ya no me importa tanto el devenir de tu historia, pero eres sombra, al fin y al cabo, de quien fui y quien soy ahora y aun sin sol, la sombra nunca se pierde.










martes, 18 de diciembre de 2012

COMO NADIE NUNCA

Tierna
imaginativa
poderosa
perversa
salvaje
dominante
sumisa
provocadora
sugestiva

he añorado la certeza de tu piel
dormir en los márgenes de tu boca
acariciarte con la mirada a años luz
pero impresa tu imagen siempre en la retina

he añorado
vida mía
el abrazo en tu espalda
tus gemidos ahogados en la almohada
las manos aferradas a tus muslos
licuada en la pericia de tus dedos

he soñado tu presencia
tan lejana ahora
pero enloquecida como siempre

porque como contigo
con nadie nunca





sábado, 15 de diciembre de 2012

IMAGINARLA

Es fácil imaginarla ensimismada, callejeando a deshoras con su perro, fiel amigo que no demanda respuestas ni explicaciones y además, estoy convencida, ambos se necesitaban y se ayudan. Tampoco me cuesta suponerla peleando contra la tentación malsana de hacer recuento de pérdidas y no precisamente o no solo, de las derivadas de este sistema que nos devora impunemente. Hay otras pérdidas irreparables cuyo dolor nos vuelve vulnerables, aunque si no nos dejamos arrastrar en la inercia de dolerse, de mirarse la herida abierta, también pueden devolvernos a la realidad y a la soledad a las que nos condena la ausencia de alguien amado, con fuerza insospechada. Y yo creo firmemente que ella puede, a pesar de que no pueda dar razones entendibles, por que no en más que bastante de intuición y un mucho de deseo de que así sea.

También la imagino llenando de música las horas o de músicas y de quienes las paren, maravillándose con la creación ajena y reinventándose a si misma, cada día varias veces...Y recuerdo cuando nos conocimos, que no hace ni siquiera un año, lo rápido, lo fácil y lo enriquecedor que fue entenderse.

Ahora toca esperar para sentarnos, botella de buen tinto de la tierra, unas crudités para su paladar vegetariano y tiempo para conversar tranquilamente.

Un abrazo para seguir con la pelea y un mimo a su pequeño amigo.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

HOY SÓLO UNAS LÍNEAS

Hoy, sin querer,  he llegado hasta ti cuando no eras tu ni eras importante para mi...

Hoy hemos compartido recuerdos que nunca vivimos juntas, porque tu empezabas a correr entonces y mis alas me llevaban ya hacia otros cielos y al mismo tiempo descubrí cuánto sé de tu vida que ignoraba que sabía.

Hoy, un mal día para ambas,  hemos aliviado con ternura algunas heridas y hemos vuelto a decirnos lo mucho que nos queremos, por extraño que pueda parecernos incluso a nosotras mismas y hasta la distancia, esa que me da a veces tanto vértigo, se ha hecho increíblemente más pequeña.

Hoy sí, hoy hemos estado mucho más cerca.


domingo, 9 de diciembre de 2012

MUJER

Empezó por lo más obvio,  abrió su bolso, rebuscó en su pequeño caos y encontró la cartera de la que extrajo el documento acreditativo de su identidad, una identidad en la que nada había tenido que ver ella, puesto que no había decidido ser creada y luego lanzada al mundo sin paracaídas. Tampoco habían esperado a preguntarle cuál sería el nombre que más podría gustarle  -que una mala elección puede ser un calvario para cualquiera-y sería deseable poder encontrarse a gusto con el, encajándonos como un buen traje hecho a medida. Así que, entre reflexión y reflexión, tomó el DNI en su mano izquierda y con la derecha encendió un mechero cuya llama alcanzó el plasticoso símbolo hasta hacerlo desaparecer.

Se sonrió para sí misma y acto seguido se desabrochó despacio la camisa que, cuidadosamente, colgó en el respaldo de una silla y tras ella el sujetador al que, con bastante menos aprecio y asido por un tirante dejó caer en el cubo de la basura.

La misma suerte corrieron las incómodas medias y los insanos zapatos de tacón, los potingues para disimular ojeras, el lápiz de ojos, las barras de labios, los distintos maquillajes y sombras de ojos, las uñas de quita y pon y toda la colección de esmaltes, la cera, las cuchillas de afeitar, las pinzas de depilar. También el secador y la plancha del pelo, la gomina, la espuma, los rulos y el tinte en todos sus tonos...

Hizo añicos el carné del gimnasio, anuló las clases de pilates y las suscripciones a las revistas de moda y decoración de interiores. Incluso los libros de cocina acabaron en el contenedor más próximo, junto a tooooodos los manuales de los electrodomésticos y...el que venga o la que venga luego, allá se las componga.

Completamente desnuda, sobre la cama, pensó que a partir de ese instante tendría el único nombre que  realmente la definía y que no necesitaba de más aditamentos soy una mujer y ese es el único nombre que quiero: mujer.

Mujer sin más apellidos, ni el de madre ni el de amante ni el de esposa ni nada que no sea yo misma. Mujer con todas las consecuencias y todas las alegrías.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

TOMA Y GUARDALO...
















de valles
de arena
de lluvia
de la sal del mar
de cielos azules
de verde hierba

de sombras
de luz
de locura
de pasión
de ternura

de silencios
de ausencia
de mentiras
de verdad
de esperas
de melancolía

de paisajes
de caminos
de versos
de otoños
de trenes
de estaciones

de cansancio
de sorpresas
de noches
de días
de besos
de caricias



toma y guárdalo
este viejo corazón de niña




domingo, 2 de diciembre de 2012

NADA ME DEJES

no me regales tu boca
haz que me la gane
ni te quites la ropa
hasta que mis ganas te la arranquen.
no te acerques
y mantén la torturante distancia
hasta que mis manos se crispen
y la voz se me rompa de llamarte

no me esperes y ve empezando tu
sin que te importe mi aliento contenido
ni mis ojos como añicos de cristales
dosifícame las caricias que abrasan
los besos que enervan
y el vaivén de tus caderas

detente a fumar un cigarrillo
largo como la noche más larga
mírame sin miedo
provoca el deseo más intenso
humedece los labios
mientras yo me ahogo en mi ansia de besarte

ni tus pezones endurecidos
ni el sutil temblor de tus muslos
ni la boca entreabierta
ni la respiración al galope
nada me des
nada me dejes
hasta que suplique
vencida entre tus senos

déjame que me muera
mientras tu te vas estremecida
y que resucite luego en el placer de tu calma y de tu cama
en las sábanas mojadas
con tu abrazo al fin
tus uñas en la espalda
y entonces sí
amarte sin remedio hasta el alba




sábado, 1 de diciembre de 2012

CRONICA DE UN DESPERTAR

Me despertó una sirena y el frío en la nariz, después de haber dormido plácidamente en el sofá, con una de las ventanas entreabierta y la gélida noche, alevosa, colándose por los rincones.

Me costó cierto tiempo y esfuerzo recuperar mi forma original, después de horas abrazándome a mi misma, convertida en un totum revolutum de brazos, piernas, espalda, pies y cabeza amalgamadas, pero pese a todo fui capaz de enderezarme sin dolor. Mis primeros pasos, torpes todavía, me llevaron hasta la cadena de música y un dedo errático buscaba el play, pero el cerebro, más despierto de lo que parecía, en el último instante dio la orden precisa y me fui hacia la cocina en silencio, sólo roto por la algarabía de las gaviotas y el ronroneo lejano de algún coche.

Un par de hermosas, aromáticas y dulces naranjas me regalaron su zumo, que bebí a sorbos cortos y placenteros, de pie, en la cocina, mirando distraída algunos detalles pendientes. Mecánicamente, sucumbiendo a las propias rutinas, fregué el vaso y las piezas del exprimidor y me fui al baño. Abrí el grifo de la ducha, hice un pis que ya era absolutamente urgente y me desprendí de la ropa del día anterior, ya que el sueño, tan difícil a veces, en otras ocasiones como esta me ha pillado a traición y yo me dejé pillar, no fuese a irse.

El agua estaba demasiado caliente, pero aún así no quise regularla, hasta que a fin mi piel dejó de sentirse abrasada. Hace mucho tiempo que una simple ducha no me resultaba tan gratificante y terminé de traspasar la línea entre la noche y el día sintiéndome felizmente despierta, tan feliz y tan despierta que, al amparo de la soledad y de la falta de prisa...propicié un magnífico y sonoro orgasmo que terminó de alegrarme la mañana. Luego, en albornoz y babuchas, me he sentado frente al teclado, he revisado los posibles quehaceres para hoy y me he puesto a escribir, casi sin darme cuenta y por supuesto, sin ningún falso pudor, para desear que tengáis un sábado tan bueno como auguro que será el mío y ahora, voy a vestirme y a darme un buen paseo por el mercadillo del Casco Vello con la mejor de las compañías, o sea, con mi señora madre.


jueves, 29 de noviembre de 2012

A LA MIERDA TAMBIEN LA NAVIDAD.

He ido a buscar un par de cosas a un súper de mi nuevo barrio y he regresado cargada, no sé muy bien si de tristeza, de rabia, de indignación, de desesperanza...o de todo al mismo tiempo. Han bastado quince minutos para arruinar un día entero razonablemente bueno.

El monotema en todos los pasillos y en las colas de las cajas: las jodidas navidades. Pero este año especialmente jodidas. A mi no me gustan en absoluto desde que empecé a pensar por mi cuenta y descubrí el negocio que era para algunos y la impostura a la que nos obligaba a otros, a pesar de que la presencia de niños, los míos en este caso, le han aportado cierta alegría y cierto aroma a la infancia propia. Pero ni así he conseguido reconciliarme con estas fechas, aunque respeto que haya quien las disfrute e incluso que haya personas cuya fe las revista de algo especial, sin embargo yo no puedo apuntarme a ninguna de las dos. A partir de los doce años, más o menos, han sido motivo de reuniones poco o nada deseadas, de imposiciones y sonados desencuentros y de una de las frases que más he odiado durante toda mi vida, aquello de "qué bien que estamos todos". Mentira cochina, nunca estábamos todos, siempre faltaba alguien, casi siempre importante para mí -para los demás...a saber- y encima los que estábamos no estábamos tan bien.

Como desde muy pronto he vivido fuera de la casa familiar, recuerdo que había momentos en que, ilusa de mi, era capaz de esperar la llegada de esos días con ganas, deseando ver a los que quería, del mismo modo que lo hacía en los puentes o en las vacaciones de verano, pero a diferencia de esas otras ocasiones, en estas siempre, siempre, siempre acababa por estropearse todo y decepcionarme nuevamente. Con los años entendí que el motivo era algo tan sencillo como la educación recibida, sí. A mi, a los míos, a todos, en este país, como en otros de la misma confesión, nos han educado en la creencia -que la vida se encarga de desmontar- de que la Navidad es algo maravilloso, aquello de que rebosa paz y amor. Días en que las familias se unen y se aman, los vecinos se sonríen, se felicitan y se aman. Las cajeras, los taxistas, el personal de limpieza, el sanitario, el perfecto desconocido de la barra del bar...tooooodos nos deseamos las mejores cosas, estamos encantados de vernos, de conocernos y dale otra vez, de amarnos...Y además celebramos el nacimiento de un dios, en el que unos creerán y otros no. Y gastamos lo que no tenemos, para hacer regalos improvisados a personas a quien no veríamos siquiera si no fuese "obligado" y recibimos nuestros presentes, la mayoría sin que nos gusten, con gestos de júbilo. Hay quien incluso es capaz de zamparse el mensaje real sin vomitar o los de los políticos sin cagarse en sus muertos...

Comemos más de lo necesario, a precios prohibitivos, bebemos en exceso -lo cual sí está bien, porque sin anestesia sería mucho peor de soportar-, también a precios de escándalo, nos atizan hiperglucemias, hipercolesterolemias, hipertensiones, multas por conducir ébrios, hostias en el coche por lo mismo...Vamos a fiestas carísimas donde nos venden mierda para beber...o no, pero que siguen siendo una mierda de fiestas.

Jugamos a una lotería carísima que nunca nos toca, nos disfrazamos más que en carnaval, engordamos, nos salen hasta granos de tanto desmadre sin sentido. Hacemos que nos encanta cenar con los compis de trabajo de los que estamos hasta los ovarios y no digo ya nada de los jefes, que para qué. Y luego están las cenas con amigos, que acaban por dejarnos el bolsillo tieso y el gesto helado, porque a ver...todo el año para quedar y al final lo hacemos cuando es más difícil encontrar mesa, el menú se dispara y todo el mundo vocifera, que no canta, los mismos putos villancicos. Vaya, una idiotez, porque estaríamos mucho mejor en primavera y en una terraza, fumando y cenando tan ricamente a precio razonable.

Voy a ir echando el freno, para no seguir con el despilfarro en iluminación, adornos varios, musiquilla insoportable por las calles, corteingleses, plazasmayores, chiringuitos de belenes, árboles cortados (que algunos bestias quedan)...y demás aderezos de las fiestas más infumables que imaginarse puedan. Para mi, insisto.

Y dicho todo esto, que no he podido, no, que no me ha dado la gana de callar, lo de hoy ha sido ya el remate. Ver a tanta gente agobiada, lamentando lo mal que están las cosas, que no llegan a fin de mes y muchos ni a la primera semana...y aun así empeñándose en que la navidad no pierda su falsa cara de armonía, que a la mesa lleguen los mejores manjares posibles y que a nadie falte su regalo, aunque enero haya que pasarlo a pan y agua o a agua y contenedor, como ya se ve a mucha gente, me ha puesto fuera de mi, así que este año...al menos para poner freno a algunas cosas, tendré todos loa argumentos y pienso utilizarlos.

A la mierda también la navidad.

NI DE COÑA

Música clásica para el relax del alma, el teclado para que la conexión cerebro-corazón-manos deje salir lo que quiera y el mismo lado del sofá -aunque ya no sea el mismo sofá-, para que estos pequeños pies de barro descansen y entren en calor, bien abrigados en unos calcetines de lana, hechos a mano por mi abuela Aurora.

He tenido que salir de casa inesperadamente y ya puesta en marcha me he acercado a la playa y me he regalado un paseo, descalza!, por la arena mojada. Ha sido tan absolutamente placentero, a pesar del frío, el poder disfrutar de todo el recorrido para mi sola -ni un alma, ni una gaviota, ni la sirena de un barco-, que si ya el día había comenzado bien, este rato lo ha hecho casi perfecto.

No estoy bien, me cuesta poner en funcionamiento los mecanismo necesarios para que la alegría no sea tan efímera como lo es últimamente, pero también de los frenazos vitales hay que sacar energías. La reflexión, el silencio, el dolor, la soledad, el miedo...pueden, deben ser fértiles y lo son, al menos para mí ahora y casi siempre. Aunque me he dado cuenta de que añoro más de lo que creía el amor adulto, conflictivo, perverso a veces, pero que da calidez a la rutina, ternura a las noches insomnes...Echo de menos la mano en mi hombro y el gesto de "venga, va, que tu puedes", el abrazo al cruzar la puerta, la certeza de sentirse querida... La pasión del encuentro, el deseo compartido, en cambio, no tanto, porque realmente eso es mucho más fácil de encontrar. Pero bueno, la vida sigue, los días con sus noches se suceden inevitablemente y al final, lo que importa, es no dejar de quererse una misma, que después de todo es lo único que nos pondrá a salvo de otro deseo mucho más dañino y traidor: el de rendirse. Y en días como este, rendirse?...Ni de coña!!!

martes, 27 de noviembre de 2012

ellas, yo, los sentidos

UNA VEZ...hace mucho tiempo, amé a una mujer -en realidad fue la primera- de cabello como el cobre envejecido, que siempre vuelve a mi memoria cuando reveo o reencuentro a Gustav Klimt..., como acaba de ocurrirme ahora mismo -gracias Eva Villar, por la foto-...

Una vez...amé también a una mujer de rebelde, largo y castaño pelo rizo, cuyo recuerdo me invade al sentir el dulzor de algunas manzanas o el amargo poso de una sidra...Otras cosas también, pero no es este el momento ni el lugar para contarlo, que no quiero sacarle los colores...

Una vez...amé a otra mujer de larguísima y lacia melena negra, que compartiendo techo varios años llenó mi nariz de olores de hogar y buen vino...

Una vez...amé a una mujer cuyo pelo era de color ceniza -decían, rubio oscuro para mí-, que me dejó impresa media vida de música, media vida de su olor y su sabor y dos hijos...que nunca permitirán que se pierda...

Y por último, por hoy...una vez -y de esto ya no hace tanto- amé la voz de una mujer de la que, no sé si en otro momento tendré algún recuerdo más tan vívido y dulce como el de aquella mañana en que nos hablamos por primera vez.

En fin, que me encanta mantener todos los sentidos para no olvidar a ninguna.




domingo, 25 de noviembre de 2012

ME REPITO

No me encuentro las ganas...
No me encuentro en esta piel que me dicen que ha empalidecido...
No me encuentro en mis palabras... ni en las de nadie
No me encuentro en los ojos que me miran... ni en los que miro y de esto último no estoy muy segura, que creo que he dejado de mirar
No me encuentro en la música, que ya no me da sosiego alguno
No me encuentro en el mar al que ya no me acerco
No me encuentro en la montaña cuyo ascenso me agota
No me encuentro en los sueños que tuve
No me encuentro en quien amé y se fue
No me encuentro en mis aristas ni en mi impaciencia ni en mis desazones
No me encuentro en estos pies que no me permiten correr
No me encuentro en este pecho sin aire
No me encuentro en el dolor de las manos
No me encuentro en las presencias forzosas ni en las ausencias con las que convivo
No me encuentro tras las gafas ni del otro lado de la puerta
No me encuentro ni en tu calle ni en mi casa
No me encuentro
No me encuentro
No me encuentro
No me encuentro
No me encuentro
No me encuentro
No me encuentro
....
Ni sé como encontrarme.

P.S : Si alguien me encuentra, por favor, que avise.

sábado, 24 de noviembre de 2012

HEMORRAGIA

No es un buen día, en absoluto. La pérdida de alguien querido siempre nos desencuaderna un tanto, como un barco, como un libro, o sea que voy haciendo agua o si se prefiere...con las páginas alborotadas. Sin embargo, en estas horas de duelo y desconsuelo, que como tal las hemos ido pasando el trípode al completo y desencuadernados los tres, todavía me han ido llegando como a flashes  y en diversos formatos, toda una batería de discursos sobre la violencia de género, a cuento, claro, del día internacional contra...etc....y me he quedado exhausta  de ver repetirse los mismos argumentos de siempre y muy poco alguno menos manido y tanto o más importante. Uno tan obvio que no sé como no encabeza la lista de MEDIDAS para combatir el maltrato, porque casi todas las demás van a intentar paliar el daño sufrido -si no hay muerte-, a castigar a quien lo perpetra o incluso a reeducarle, cuando en realidad, mal vamos si no empezamos desde abajo, desde la cuna, EDUCANDO A NUESTR@S HIJ@S en la igualdad, en el respeto, en la no justificación del uso de la violencia en ningún caso, en que entiendan el valor de las palabras, para que ni así puedan herir con ellas gratuitamente...Y eso se hace, en primer lugar, en el seno familiar, cuando l@s niñ@s están formándose, cuando somos las madres y/o padres quienes empezamos a dibujar lo que serán mañana. Luego, desde el mismo instante que acceden a la escuela, sin saber leer ni contar ni vestirse...tienen que aprender a verse iguales como primera asignatura. Y por supuesto hay muchos frentes abiertos que costará vencer...como ciertos medios de comunicación, las terriblemente nocivas consignas religiosas, que a fuer de no tener tanto poder como en otros momentos de la historia como para imponerlas por las bravas, ahora las vociferan más y más alto. Está también, haciéndonos un flaco favor a tos@s, viva todavía alguna generación que nos ha precedido, no sólo silenciando sino dando argumentos para el maltrato a las mujeres. Ah...y los no saben, no contestan, pero educo como lo he visto en mi casa, aunque haya sido viendo llorar a su madre mil veces, como mínimo zarandeada por el "hombre de la casa", etc, etc, etc...Pero todo eso  es susceptible de cambiarse si educamos desde ya....AHORA MISMO, tengan la edad que tengan nuestr@s hij@s. No vale un empezaré mañana, porque mañana puede ser tarde para muchas mujeres.


(Mis disculpas si me he dejado llevar por la rabia, por la impotencia e incluso por varias noches de poco descanso, pero esto ha salido a borbotones, como una hemorragia necesaria...que evitase que reventasen mis arterias)

Hasta otro momento más sereno y ojalá nuestra conciencia no nos permita dormir, al menos esta noche, para que vayamos cambiando este horror.



jueves, 22 de noviembre de 2012

PERO SI TU NO...

Barajo mil frases, las pongo en el orden necesario para que conviertan en caricias la distancia, pero si tu no las lees, se hará jirones la piel de mis manos, la piel de mis labios, la piel de las palabras...y el gozoso esfuerzo de incendiar tus sentidos se quedará en vasta y gris ceniza.

Revuelvo las horas y los minutos, con sus segundos correspondientes, haciendo de otro día sin gracia un luminoso arco iris, pero si tu no lo miras...se quebrarán mis pinceles y apenas quedarán cientos de gotas humedeciendo la tierra reseca.

Pongo en orden brazos, manos, sueños, corazón, cabeza, piernas, pies, ideas, espalda, rizos, errores, canas...pero si tu no.....no importa, aunque me apene, que al fin yo sí me quiero,  sí me creo, sí me contento.

Si tu no, yo sí, siempre.







sábado, 17 de noviembre de 2012

TOMAS




El es Tomás, un hombre grande físicamente y un gran hombre. 

Algunas de las  personas que dedican un poco de su tiempo a leer este pequeño blog, que cada vez es menos pequeño -y me refiero al tamaño, no a la calidad de lo escrito, que eso es más discutible- ya le conocen, porque también son mis amigos, aunque debería de decir que Tomás ha sido mucho más que un amigo. Ha sido como un abuelo de madurez, de MI madurez, con lo cual le he disfrutado con toda la consciencia y con todo el placer del mundo. De esas manos que veis, manchadas por el tiempo, han salido infinitos gestos de ternura y sostuvieron a mi hija Leire el primer día de su vida en casa. He compartido con él mantel, siestas en el sofá, partidas de cartas, charlas, incluso estancias en el hospital e incontables abrazos en  momentos muy duros y también en los días más felices.

Tomás es además un navegante de la meseta, un soñador que, con esas mismas manos ha inundado de maravillosos barcos nuestros hogares -el nuestro le bautizamos con su nombre-
. Barcos que construía reciclando los materiales más inverosímiles, para convertirlos en obras únicas, dedicándoles cientos de horas y de paciencia. sentado junto a la ventana de la galería de su casa, con la perra a sus pies y sus pájaros acompañándole.

De imaginación inagotable, con las viejas cañerías de plomo nos maravillaba con fantásticas figuras de ajedrez, de  las que yo tengo un juego que me regaló hace años, de  moros y cristianos y que conservo como uno de mis mayores tesoros. Hace ya mucho que dejó de hacerlo, porque el fundido y filtrado del plomo, a pesar de usar mascarilla, hacía polvo sus maltrechos pulmones, heridos de muerte desde sus años en las voladuras de las montañas de Jaca y cuando ya tampoco le era fácil pintarlos, yo lo hice para él en varias ocasiones.

Tomás ha sido para mi, siempre, un hombre admirable, tan castellano, erguido, fuerte, sereno, distante en apariencia, pero tierno como nadie en los momentos justos. Un hombre lleno de recursos y con una lucidez que, por desgracia sigue manteniendo también ahora que su vida se acaba.

Ayer supe que se acercaba el final y me quedé entre una profunda tristeza y la rabia de estar tan lejos. No está sólo, está su familia, sobre todo su hija Marisa, que ha cuidado de su frágil salud cada bendito día, pero me hubiese gustado poder darle las gracias otra vez y decirle de nuevo lo mucho que le quiero.

Desde que regresé de Madrid ni una sola vez he dejado de ir a verle. Si el poco tiempo disponible me hacía elegir entre una u otra persona, siempre han sido otros los que han quedado para mejor ocasión, porque verle era como estar de nuevo en casa. La próxima vez será mucho más amargo, sin embargo, para quien como yo no espera nada más allá  del final de la vida, pero que sí creo firmemente que es el olvido lo que de verdad nos mata, sé que Tomás no se morirá nunca del todo mientras yo y los que hemos tenido la fortuna de conocerle tengamos memoria. Gracias por hacerle también un hueco en la vuestra.

viernes, 16 de noviembre de 2012

BUENOS DÍAS...

Se despertó sin motivo aparente, echó una ojeada al pequeño despertador y murmuró...las tres y nueve minutos... Sin embargo, ella dormía plácidamente. Su rostro, a pesar de la penumbra,  se veía absolutamente sereno, su respiración lenta, profunda y acompasada le proporcionó una falsa calma, por que unos segundos después retiraba la fina sábana que cubría aquel cuerpo curvilíneo que conocía tan bien.

La miró durante unos minutos que le parecieron eternos, dudó, se recostó nuevamente, abandonada a su desnudez y a su insomnio y de repente, una sed imposible la obligó a levantarse para buscar un poco de agua, que terminó bebiendo en la cocina mientras fumaba un cigarrillo.

En algún momento fue consciente de sus pies descalzos y helados y regresó a la cama. Ella, también desnuda, no se había  movido ni un milímetro, pudo olerla sin rozarla siquiera y se acercó como un felino. Tomó aliento y acarició el interior de sus larguísimas piernas, dibujó el contorno de sus pies y lamió sus dedos con tal placer que ella, sin despertarse, gimió y se arqueó levemente, excitando todavía más sus sentidos. Reconoció la curva de de su cintura y su vientre, besó con ternura aquel lunar cerca del ombligo y lentamente fue recorriendo los recovecos, la zonas de sombra y de luz, su escote, sus hombros, sus senos, su cuello...y ella, con los ojos cerrados, sólo gemía como a descargas eléctricas, sacudiéndose visiblemente. Cuando llegó al lóbulo de su oreja, humedeciendo cada pliegue, ella se giró inesperadamente, entregándole la espalda y un esbozo de sonrisa.

No se dijeron nada, no era necesario, sus cuerpos hacía mucho tiempo que se entendían sin más comunicación que un sutil gesto, una mirada, una mano guiando otra mano, una cierta presión en el instante deseado... Las palabras en madrugadas como aquella eran más bien un estorbo, un desperdicio de la energía concentrada en gozarse en la penumbra de su cuarto, rota sólo por sus jadeos cada vez más sonoros y por el sol de la mañana, que una vez más, las encontró abrazadas y entonces sí y sólo entonces...se escuchó un buenos días.



sábado, 10 de noviembre de 2012

ADIOS

Desde el preciso instante en que dejó de importarle se sintió más liviana, tal vez no exactamente más feliz, pero sí más libre.

Había pasado casi la mitad de su vida guardándolos, por eso cuando aquella tarde todo se quebró y cada uno de ellos desapareció mágica e inquietantemente, ella supo lo que significaba una frase que había escuchado muchas veces, descubrió en carne propia "un dolor como una puñalada", además una puñalada muy honda. No entendía como había podido írsele todo de las manos, sabiendo como sabía de su fragilidad..., pero sucedió y nada pudo hacer por evitarlo. Ahora sólo quedaba recoger los pedazos y en su lugar abrir una ventana, quizá mirando al sur.

Con las manos desnudas, tomó uno a uno cada pequeño resto del que había sido el bello contenedor de sus sueños: sus manos, sus ojos, su voz, su cintura, su cordura, su tenacidad, sus pies descalzos, su dureza, el amor que le quedase, tan roto que era difícil de saber..., sus largos dedos, su ternura, sus promesas -que fueron las últimas que recogió...- y con dulce cuidado depositó todos aquellos desmenuzados retazos de sueño y de historia en el único rincón posible, al fondo,  muy, muy al fondo de la memoria.

Cauterizó las heridas sufridas en el proceso, se lavó la cara y abrió de par en par el cajón donde guardaba olvidado el corazón, lo puso al sol y el mundo entero se coló, ruidoso y sorprendente, por debajo de su puerta.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

EN FIN...

Acerca tu rostro a mis labios, no tu mejilla, tampoco tu boca, sino tu oreja que quiero contarte lo que soñé contigo. Quiero contarte mientras te respiro, mientras mi aliento te acaricia....que una noche, no sé cuando, estábamos como ahora, sentadas apenas a un palmo de distancia y eras tu quien se acercaba a mi para hacerme llegar tu voz pese al tumulto y la música. No sé si lo que sonaba era una potente percusión o si era mi corazón enloquecido, mi deseo golpeando con sus puños mi pecho, pero estaba aturdida e inmóvil. Sin embargo tu salvaste aquel palmo, aquellos veinte centímetros, como quien salta con pértiga y no fue tu voz lo que percibí, sino tus dientes mordisqueándome el lóbulo, tu lengua escribiendo en mi piel "no te muevas, que al fin estoy aquí". Y no me moví, cómo moverme si un latigazo saltaba de vértebra en vértebra, desde el coxis hasta la base de la nuca, dejándome vencida. Rendida, sí, sólo mis manos se crisparon buscando asirse al asiento de mi silla....Por dios, que nada la interrumpa! -pensé- y tu seguías serpenteante entre los senos, un beso, otro beso, diez, cien...no sé, mil tal vez y tus manos en mis pantalones y luego una dentro de ellos...Fueron unos segundos interminables, largos como el desaliento, hasta que al fin te escuché decir, mientras hurgabas ansiosa en mis bolsillos...

-Anda, déjame las llaves del coche, que creo que se me ha quedado el móvil.


domingo, 4 de noviembre de 2012

AZUL Y FRIO

Jugadas del subconsciente: no llevaba las llaves.

Quise darme la vuelta, sólo con lo puesto, hacer kilómetros e ir a buscarte. Necesitaba tu abrazo lejano, pero encontré un amanecer azul  y frío al traspasar la puerta.

Más tarde desenfundé el teléfono, como quien se defiende con un arma y sonaron sus voces pequeñas prometiendo abrazos mañana y el sol entró a raudales, inundando la casa. Ahí ya no dolieron las ausencias, huyeron las soledades que hieren, no quedó más que la apacible espera, el cansancio y el hambre insaciable de besos.

Feliz día.



sábado, 3 de noviembre de 2012

CLICK

Click...y apagar la luz de la mañana, dormir hasta que duela.
Click...y silencio, ni el vuelo de una mosca profanando el sueño.
Click...y abrir los ojos sin llanto, la voz sin un lamento.
Click...y descubrir de nuevo los colores, pintar de rojo mis ventanas.
Click...y seguir amando, amando, amar, sentirme amada.
Click...y tu mano al timón, en la proa mi garganta.
Click...y el mar como bandera, bajo los pies la tierra blanda.








viernes, 2 de noviembre de 2012

FASCINACIÓN

Hace días que pienso, entre preocupaciones y sobresaltos, en una vieja, muy vieja conversación, con alguien a quien amé profundamente, allá por los años noventa. Hablábamos entonces sobre la fascinación y recuerdo que yo le decía que no soy nada "fascinable"-perdón por la coz al diccionario-, lo cual sigue siendo verdad hasta hoy, pero no es menos verdad que cuando me ocurre lo hago hasta la médula, aunque no en el sentido de atracción irresistible (que dice la RAE, como una de sus definiciones), que también, pero puedo jurar que eso me ha pasado sólo en dos ocasiones en mi vida, afortunadas, por cierto. Pero a lo que iba, me cuesta sentirme impresionada hasta la fascinación, sin embargo me encanta cuando el azar pone en mi zigzagueante camino a alguien con quien vale la pena detenerse, escuchar, observar con atención, aprender...

En los últimos años, justo cuando más caótica, o no, caótica no, cuando más convulsa ha estado mi vida, se han cruzado en ella dos mujeres que despertaron esa fascinación casi olvidada. Una hace ya tiempo, bastante tiempo y que aunque no se ha perdido ni ella ni la atracción, esta última ha ido sufriendo serios vaivenes, no porque ahora sea ella menos interesante, por supuesto, pero las emociones, las impresiones que nos provocan o provocamos a otras personas requieren de ciertos esfuerzos, de ciertos cuidados, cuya ausencia reiterada acaban por minar el encanto inicial. No es que desaparezca, no, pero se diluye, se atempera y finalmente se marchita y se pierde. No ha ocurrido todavía, pero está en un delicado punto decadente, que espero que no vaya más allá.

Y ahora, ahora es otra mujer, otra historia, podía ser un hombre también, pero no es...y por si acaso aclaro que no hablo ni de sexo ni de amor, sino del placer de una charla en la que el reloj se olvida, las urgencias se olvidan, los desasosiegos se olvidan. Es la curiosidad por saber más, es que no me de pereza ni me incomode quedar en cualquier momento, es que me haga reflexionar sobre mi misma, es reconocerme en sus palabras y entender lo que me cuenta. Es aprender mil cosas que no sé, es encontrar puntos de contacto, es reír y sorprenderse. Y es también afecto y es ternura y es su mirada de mujer inteligente y sus despistes, con esa cabeza suya ten llena y tan fértil...En fin, fascinación en estado puro. Y lo dicho, me encanta.

miércoles, 31 de octubre de 2012

HIJOS DE UNA MUDANZA

(Entonces)

La dulce memoria que guardan los labios
su boca
el sabor de su sexo
su saliva

Inmortal memoria de mis ojos
su silueta dormida
su perfil
su sombra

Memoria de mis oídos
sus pasos
sus jadeos
su audible silencio
su risa

Añorada memoria de mis manos
su vientre
su pelo
su espalda


Amarga memoria de mi voz...que inútilmente la llama


(Ahora)

Papeles olvidados
malos versos de malas horas
el resto de un perfume
varias cartas y una pluma ya sin tinta
hijos bastardos de una mudanza que termina

lunes, 29 de octubre de 2012

CHILABA y BABUCHAS

Me cuesta mucho más vestirme que desnudarme y no es un eufemismo. El ritual de ponerme la ropa cada día me aburre, lo cual no quiere decir que no tenga mi aquel de coquetería, que sí, claro, como todo el mundo, pero es algo que nunca me apetece. Sin embargo...desnudarme siempre es un placer. Desprenderme de ataduras: fuera los cordones de los zapatos, fuera los zapatos y los calcetines, que siempre, siempre es por ahí por donde empiezo. Luego el jersey, camisa, camiseta o lo que lleve, el sujetador -que qué mal nombre tiene!- y por último todo lo demás. Incluso aunque como hoy haga frío también en la casa, que como tiene calefacción comunitaria, todavía no está funcionando, pero no importa.

Del mismo modo que para pensar lo hago mejor al tiempo que me ocupo de otra cosa, para el relax, mejor sin ropa o la menos posible. Como digo, hoy hace frío, así que después de liberarme de convencionalismos -que eso es la ropa al fin y al cabo, aparte del tema climático- y un tanto estremecida por la bajada de temperaturas, he ido al armario y he sacado una de las prendas que más me gustan -tengo varias- y cuyo nombre no recuerdo en este momento, pero que es básicamente una túnica sin capucha ,  negra en este caso, con unos discretos bordados en plata justo en la abertura del cuello. También me he calzado unas de mis babuchas y ahora mismo no soy la persona más feliz del mundo, pero me siento mucho mejor.


domingo, 28 de octubre de 2012

MIEDO

Hace mucho tiempo que no tenía miedo, miedo de mi y ahora estoy aterrorizada.

Estoy entrando, sin quererlo, en una espiral que no conduce a nada bueno y que amenaza con hacer tambalear cosas demasiado importantes y que, a veces,  hace que me cuestione principios que consideraba incuestionables.

No me gusta lo que siento, no me gusta lo que tengo ganas de hacer. No me gusta que me arrastren a donde no deseo llegar.

No quiero convertirme en lo que más desteto.
No quiero convertirme en quien no soy.

Mientras tanto, los que más amo duermen plácidamente y a mi me ahogan las ganas de gritar...pero como no puedo ni debo, esta es la única manera en la que sí puedo gritar sin perturbar sus sueños.







viernes, 26 de octubre de 2012

MALANDANZA, gracias...

Parece que quiere salir el sol, ese tibio sol de otoño que a mi me gusta tanto... Me encantaría que la climatología también colaborase en la despedida de hoy, a pesar de que cuando arrancamos llovió a mares. Lo recuerdo perfectamente, pero además lo he revivido esta noche revisando cientos de fotografías..., no sólo de ese 6 de abril, sino de cada día hasta llegar aquí, en que ahí estará Diego, con su inseparable cámara, dejando su particular grano de arena para la memoria de quienes estemos y para los que no puedan venir.

Sé que para mucha gente esto no es más que otro negocio que cierra, una aventura más que fracasa, pero los que nos hemos dejado en ello, no sólo la apuesta económica en momentos difíciles, sino nuestras ideas, nuestro trabajo y muchas, muchas horas de nuestro tiempo, sólo nosotros sabemos que hay más que todo eso...dedicación, empeño, ilusión, tensiones, cansancio, preocupaciones, pero nunca nos han faltado las ganas de seguir intentándolo y eso, desde luego, no es fracasar.

Por aquí ha pasado todo tipo de gente, a un lado y a otro de la barra, unos dejando su huella en las paredes del local, otros trabajando siempre con el mejor ánimo, algunos llenando nuestras horas de charlas irrepetibles y fantásticas y también ha habido personajes de infausto recuerdo, pero a esos ya les hemos olvidado, ya que, por fortuna han sido los menos.

Pienso en los artistas que han subido a nuestro escenario, a los que agradezco con todo el corazón el esfuerzo que ellos también hicieron para acompañarnos:Alberto Conde, Paco Dicenta, Arturo Ruade, Diego Pacheco, Alvaro y Suso Costas, junto a su formación, Thre Crass, Mónica de Nut y Virxilio, Geta Geta Top, Olympia Jazz, Crema de Gaita, Moncho Borrajo, Delio y Jorge, Gustavo Almeida, Andrés Suárez, Lidia Uve, Leonardo Rodrígues, Ellen de Lima, Julio Fowler, Cristian Alvarez...y alguno me dejaré seguro, pero para todos mi admiración, mi agradecimiento y por supuesto, mi cariño. Y por suerte, con muchos de ellos me une también una relación de amistad que va más allá de la colaboración profesional.

Respecto a las personas con las que he compartido más horas que con mi propia familia, pues también de todo hemos tenido, sobre todo por lo que quienes más cerca han estado de mi, achacan a mi exceso de confianza, que me ha llevado a cometer errores serios, pero con todo, no me llevaré un mal recuerdo, pero sí la lección aprendida. En cualquier caso, gracias a Mónica, Luca Mangano, Roberto Montesinos, Lucas, Iván, Bruno, Celso Cao, Ana, Cris, Eli, Mario y su hermana...Y finalmente, Tata y Viti, quienes han hecho de este último tirón una balsa de aceite, sin sobresaltos y en la que han puesto todo su empeño y un magnífico trabajo, a pesar de que las circunstancias no eran, ni de lejos, las mejores. Siento que se incorporasen tan tarde a esta pequeña familia, pero nos queda mucha guerra que seguir dando a los tres y si la suerte nos ayuda un poco...quizá podamos seguir haciendo cosas juntos.

En cuanto a tod@s los que han querido compartir esta andadura con nosotr@s...también muchas gracias y espero que volvamos a encontrarnos en una futura continuidad de este proyecto o en cualquier otro.

En el tema familiar, aunque pueda hacerlo y lo haré, personalmente, gracias, gracias, gracias...a mis hermanos, Enrique y Marcos, sin cuya ayuda nada hubiera sido igual. Un millón de gracias a Inés, mi madre, que ha cuidado de mi y de mis hijos sin una queja y ha echado una mano también en temas del local desde el minuto cero. Y gracias a mis dos soles, Leire y Carlos, por la paciencia, por la alegría y por el amor que me han dado cada día, a pesar de lo que nos ha costado vernos menos y ambos estarán como en la inauguración, acompañándome un rato esta noche, porque son, sin duda, quienes más se lo merecen.

De l@s amig@s, poco puedo añadir que no haya dicho y escrito mil veces, salvo una vez más que les quiero y que son un pilar importantísimo de mi vida y en esto también, como no podía ser de otro modo.

Y por último, muchísimas gracias a Ana, Miguel, Carlos y Nati, del restaurante Boga y a Bruno de El Cafetal, por los consejos, los capotes y el cariño con que nos han tratado.


HASTA PRONTO.

Ana MALANDANZA.



martes, 16 de octubre de 2012

PARA....

Un vendaval de besos quiero
Un océano de abrazos
Una tormenta de gemidos
Un incendio

Una guerra sin prisioneros quiero
Condenada al cabecero de tu cama
Una derrota de saliva y sombras
Y tu boca
Y tu boca
Y tu boca




viernes, 12 de octubre de 2012

BESOS...

"Mira que hay besos distintos, eh, mami?!

Así comenzaba, hace un rato, una pequeña conversación con el menor de mis cachorros. Bueno, en realidad no inmediatamente, ya que me ha sorprendido de tal modo el comentario que, mi primera reacción fue besarle , tal cual le pillé, o sea en la cabeza...y ahí ya sí empezamos a charlar, por que el primero en lanzarse fue otra vez el:

-Ves? (riéndose) este beso es de chico listo...

Leches!! Tenía razón!!! En que era un beso de chico listo y también en lo de que hay muchos besos distintos, no sólo en la forma de besar, que habrá tantas como personas, sino en la intención que le ponemos cuando los damos.

Obviamente, el intercambio de opiniones ha sido corto y sin honduras, que ni tiene edad ni estas son horas para darle a la húmeda, que tiene que dormir, pero aquí me he quedado yo, como siempre -que además poco necesito para poner en marcha la máquina de cavilar- dándole vueltas al comentario, mientras sigo en mi tarea de madre responsable doblando ropa, colocando libros, recogiendo cenas...en fin, esas cosas.

Curiosamente no me he parado a pensar en esos besos maravillosos, tiernos, largos, húmedos, excitantes...pues no, se me han venido otros a la memoria, a excepción de esos a los que bautizamos como "besos de Judas", que si los hubo (que sí, claro que ha habido, como no!!!) he preferido ni tocarlos. He rememorado en cambio los que acompañan a los abrazos de los amigos bienqueridos o los de enhorabuena o incluso los de presentación, aunque esos suelo evitarlos si no hay cierta empatía con la persona presentada, ya que de  lo contrario me resultan bastante incómodos y tiendo a estrechar amablemente la mano, por que besar me parece un acto de cercanía que no todo el mundo se merece.

También me he acordado de los robados o casi, que nunca está demasiado claro como sucede, siempre queda la palabra de un@ frente a la de otr@: quien afirma que se lo han robado, se defiende con un no he hecho nada para que suceda y quien lo roba argumenta que la otra parte lo estaba esperando, por ejemplo...Pero bueno, ahí están.

Luego y casi por terminar este desvarío nocturno, he pensado en los que personalmente denomino como "besos erráticos", esos en que al despedirte de alguien a quien nunca has besado en los labios, de repente, plim, ocurre, un segundo, un instante fugaz en el que, además, nadie dice nada, aunque a mi suele darme la risa y sobre esos besos, un buen amigo solía contradecirme en lo de erráticos, ya que sostenía que, curiosamente, casi siempre ocurre con personas que nos gustan o al menos nos son afines, pues en caso contrario ya nos encargamos muy mucho de evitar errar el tiro. Y eso me ocurrió a mi ayer de madrugada...y mira tu por donde, este mico pequeño me ha hecho recordarlo.

Buenas noches o hasta luego...





miércoles, 10 de octubre de 2012

FELIZMENTE SERENA...

Lo bueno de haber recuperado la calma, por fin, es que ya pocas cosas me alteran (no incluyo, por supuesto, la política ni a quienes nos desgobiernan!), aunque eso no quiere decir que no tenga preocupaciones, que sí que las tengo, para dar y regalar, pero qué bueno es reencontrarse, asumirse, quererse...

Recuerdo cuando me cambié de casa para vivir sola, quiero decir sin pareja,  después de veinte años de vida en común, en que todo me suponía un enorme esfuerzo, no físico, pero sí emocional. Ver a mis hijos tan pequeños colocando sus cosas, en su desconocimiento de lo que realmente suponía aquello, con una alegría que no era capaz de compartir, pero que conseguí disimular, supuso un desgaste del que me costó reponerme, sin embargo ahora, que nos hemos mudado otra vez y espero que para mucho más tiempo, todo tiene otro color. Aunque no soy una persona a quien le cueste "hacer hogar", la casa que hemos dejado estaba -y no me había dado cuenta del todo hasta que no me he ido- llena de amargura. Bien es cierto que, con el tiempo, ha habido también en ella momentos felices, pero han sido los menos, así que este cambio, que aparentemente no tiene nada de especial, sí está cargado de significados. No sólo cambia el paisaje de mi día a día ni las caras de quienes me encontraré en el rellano de la escalera. Cuando hoy eché el cerrojo tuve una sensación absolutamente sorprendente, sentí que al fin cerraba una  etapa y entendí el bienestar de las últimas semanas, que no han sido ni mucho menos de descanso y de hecho han estado salpicadas de contratiempos, algunos muy serios, pero en todo momento he estado entera y tranquila.

No sé vivir sin pelear por lo que quiero y la resignación no está entre mis palabras ni mis principios, pero es verdad que en algún momento hay que ser consciente de que hay luchas que no nos llevan a ninguna parte y ahí estoy, en asumir que hay que utilizar las energías en causas y en personas que realmente valgan la pena. Es absurdo desperdiciar tiempo y esfuerzo en aquello que no conduce a ninguna parte ni en quienes no se merecen ni un segundo más de nuestra atención ni nuestro afecto.

Los años, además de regalarme algunas arrugas, muchas canas, algún que otro kilo de más, algo de vista de menos..., me han dado también un pasado del que hablo con orgullo, amiga@s a l@s que adoro, los mejores hijos del mundo -cómo no!!!-, errores de los que he procurado aprender y no repetir, la posibilidad de conocer a gente que ha dejado huella en lo que soy, también responsabilidades con las que estoy dispuesta a torear y sobre todo me han dado las armas necesarias para hacer que mi vida siga estando llena de sueños, de ganas y de esperanza en que, pese a todo, cada mañana valga la pena despertarse, en el supuesto de que haya dormido, que eso es ya otra historia..



lunes, 8 de octubre de 2012

TE QUIERO

Hace apenas unos días que tuve tu cara entre las manos, que acaricié tu pelo canoso y tu mejilla.
Hace muy poco también que nos dijimos te quiero, sin más apostillas, ni un todavía, ni un como siempre, ni un de algún modo, un te quiero claro y conciso que encerraba una realidad a veces un tanto abrumadora. Un te quiero que es, que será... para toda la vida.

Un te quiero formando parte de mi historia,
de mi día a día
y mi mañana.

Un te quiero con todas las consecuencias,
incluso las menos felices, que de las cicatrices, amor,
también se aprende, se crece y se mejora.

Un te quiero en nuestra hija,
que tiene mi piel y tu genio,
mi imaginación y tu constancia.
En nuestro hijo,
que tiene tu color y mi carácter,
tu ansia de aventura y mi calma.

Un te quiero, al fin, entre tu y yo, que no necesita de más explicaciones, aunque nos haya costado y nos cueste algunas lágrimas.

PEQUEÑOS BASTARDOS

Hay gente -y no digo personas, ya que sería darles más valor del que en realidad tienen- que entran en la vida de una cual elefante en una cacharrería, no tanto por lo que destrozan sino por el modo público y notorio de hacerlo. Esto, en principio, no tiene nada de particular, salvo el ruido, pero el quiz del tema está en que esta misma gente, que casi nunca ha contado con  invitación para colarse en nuestro metro cuadrado, siempre, siempre acaba por salirse, más tarde o más temprano, por la puerta de atrás.

Estos/as impostores/as suelen ser hijos bastardos de padres nada amorosos, la envidia y el interés, que además, pobrecill@s, nunca saben qué les tira más, si la una o el otro, de modo que cuando aparecen lo hacen con ese rictus que pretende ser sonrisa, que una nunca sabe si le van a arrear un empujón hacia el abismo o un abrazo y levantarle la cartera, el reloj,  la pareja o el coche.

Como su debate interior es tan poderoso, generalmente se mueven entre dos aguas, por un lado se arriman con aparente y sospechosa cordialidad y por otro, apenas se les pierde de vista...nos ponen de verano (que ya decía mi abuela, que la envidia es muy mala y añadía, que también muy habladora!).

Con el tiempo, si la diosa Fortuna decide darnos la espalda o por donde amargan los pepinos o si en algún momento arrugamos la nariz y les ponemos donde siempre debieron estar -lejos,  muy lejos-, acaban por componérselas para adoptar la nada creíble actitud de la dignidad y por supuesto, sin dignidad alguna, irse de nuestra vida con nocturnidad y alevosía, a ser posible dando el más molesto de los portazos que sean capaces, dejándonos, al fin y sin que se les ocurra sospecharlo, pues la vanidad y la autosatisfacción les ciegan sus ya cortas entendederas, nos dejan como digo, profundamente aliviadas mientras echamos el cerrojo.

Este es un pensamiento en voz alta que, tras un encuentro inesperado, ha salido a borbotones, como la sangre en un mal tajo en la yugular y que escrito ha hecho el efecto de torniquete cortando la hemorragia que, la educación y las buenas maneras, me han impedido atajar en el momento del encontronazo, si hubiese soltado por esta bocaza mía la sarta de improperios que chocaron contra mis dientes en el mismo instante que el susodicho bastardo tuvo la desfachatez de saludarme

lunes, 1 de octubre de 2012

...A TI POR VENIR

Hoy ha tocado, a pesar de que no tocaba, quiero decir que nada hacía suponer que sucediese. Pero ha pasado y no lo lamento.

Salí casi que por obligación, me entretuve por necesidad y he regresado antes por sentido de la responsabilidad, no por las ganas, que si por eso fuera, la noche podría ser intensa y larga, muy larga. Sin embargo, tengo la edad y los kilómetros suficientes para saber que más alcohol no es menos olvido....ni alivia ningún dolor, simplemente lo anestesia temporalmente. Aún así, estoy más ebria que sobria, más jodida que contenta, más cansada que decidida...,estoy entre tus dedos y tus manos están en otra parte. Nada que objetar y sí alguna cosa que añadir: suerte y felicidad (a ratos, sí, lo sé, que otra cosa es imposible y seguramente insoportable).

Me cuidaré, ya me cuido; me querré, ya me quiero; no lo haré más, aunque parezca que lo hago.

Vigo, comenzando el 2 de octubre de 2012


viernes, 21 de septiembre de 2012

DULCE EVIDENCIA

No la vio acercarse, sólo sintió el calor de su mano en la cintura y no necesitó más. Hay gestos, sensaciones que nunca se olvidan y eso que ha llovido y nos hemos abrasado al sol...sin embargo, cuánta ternura contenida en un instante, en un pequeño trozo de piel...

Nada entre nosotras dura ya demasiado, pero no importa, es como cuando al pie de una hoguera que ha ardido largamente un leve soplo de viento la avivase de nuevo...y una comprende que nada se muere del todo si una no lo deja morir. Se aprende a vivir con la ausencia y a disfrutar de lo que vamos logrando, esas pequeñas brisas, esos restos de ceniza que se enrojecen un segundo, ese calor, esa mano, esa mejilla, esos minutos en un parque, esa sonrisa cómplice todavía...Y la memoria del deseo aviva también el deseo y es la memoria del amor compartido lo que hace renacer la ternura en una breve e intensa cercanía, que no es nada, nada es y, sin embargo, nos ilumina y nos rinde a la más dulce de las evidencias: no fue un error y realmente valió la pena.



jueves, 20 de septiembre de 2012

TORBELLINO

Pensar, escribir, tomar decisiones, abandonarse, reencontrarse, querer huir y obligarse a permanecer...Hacer listas, la compra, tender, esperar lo imposible o cuando menos muy difícil. Sudar, soñar, hacer las maletas, deshacerlas en otro lugar, subir y bajar cientos de veces la misma inoportuna escalera. Tomarse una caña, otras cinco tal vez, no, no debo, el zumo de cebada no es anestésico suficiente. Un alto!

El reloj no se detiene, la vida tampoco se para y el sol de otoño se enmascara como si fuese julio. Huele a humo, algo se quema y no soy yo o sí. Hay quien me habla de fases, fases?, sí, fases. Bueno, cada cual con sus cosas, pero la luna es igual de hermosa que siempre o eso creo o tal vez sea mi mirada, pese a todo, tan optimista como siempre y ya sé que puede no parecerlo, que para eso ahí está mi tendencia a cierta melancolía, que ignoro si lo da la tierra, el origen o una especie de "no-cordura", que no llega a ser locura medicable, afortunadamente, que tanta exceso de falsa sensatez y equilibrio, no es más que eso, una impostura, un fraude mayúsculo, nadie se libra de su propia e inestable avalancha de emociones, su propio torbellino, que diría ella, quien yo me sé y me callo.

En fin, que no pare la noria, pero que no me/nos distraigan las luces de colores, la música que aturde y el aplauso servil...La carrera sigue, la vida sigue, el corazón late, tu nombre sigue pintado en los muros de mi ciudad, a la orilla de tu río con nombre de novela...Tu también tienes nombre de novela, de una novela que no fui capaz de leer en su día, porque era tristísima, pero a ti te leo mucho mejor, incluso cuando no escribes, incluso cuando estas en otra fase, como la luna.

jueves, 13 de septiembre de 2012

ESCRIBIENDO

"Ya se habían visto antes, en dos ciudades distintas y mediando muchos kilómetros, pero nadie auguraba un tercer encuentro y sin embargo, un mal viento, una noche de lluvia y una llamada de teléfono pidiendo cobijo volvieron a unir sus caminos".

Ella vivía entonces en una ciudad con historia, no lejos del mar, por cuyas callejuelas y al amparo seguro de sus piedras milenarias, cargaba a la espalda su mochila y como el Atlas de una de sus plazas, un amor en agonía pesado como un mundo.

Ella, la otra, más joven, llegó salobre e inmensa como el mar al que amaba y en el que se perdía en cuanto se lo permitían sus obligaciones y un amor también en horas bajas. Y así, una noche de perros, con todas las gaviotas huyendo del temporal encaramadas en la hermosa catedral empezaba a gestarse una larga e intensa historia de amor. Tan larga y tan intensa que este pequeño blog no sería suficiente para contarla ni contenerla, pero que como cada mes de septiembre, merecía y se merece la ternura del recuerdo del único modo que sé y me sale: escribiendo.




miércoles, 12 de septiembre de 2012

NO QUISE

No quise rendirme nunca, que yo recuerde, aunque la memoria, tan sabia, quizá me engañe.

No quise renunciar y ahí sé que no me equivoqué, ni me equivoco.

No quise dejar de escribir y seguí leyendo.

No quise detenerme y fui nómada, hasta que al fin eché una honda raíz.

No quise dejar de amar, con todos sus desasosiegos y amé.

No quise irme y no me iré.

domingo, 9 de septiembre de 2012

DECIR TE QUIERO

Decir te quiero y que no te quieran es triste, pero decir te quiero desde lo más profundo del alma y que la respuesta sea que no saben qué responder es terriblemente amargo.

Hay quien cree que debe decirse te quiero con cuentagotas, que sino se desvirtúa y pierde sentido, pero hay quien sabe también cuanto valor tiene y cuán necesario es escucharlo, sobre todo en horas bajas.

Algunas personas no dicen te quiero por miedo a que les digan que también les quieren y haya que salir huyendo, otras temen hacerse esclavos de sus palabras y eso les ate para siempre a quienes aman, como si las pobres palabras, pronunciadas o escritas, pudieran más que el corazón, que al final, verbalice o no sus emociones, es quien manda.

Te quiero, quérote (tan hermoso, en gallego)...no es una atadura, ni un contrato, ni un compromiso de hacerlo igual ni para siempre. No es un empujón al vacío, que tras un te quiero seguro que habrá unas manos amparándonos, ni es un motor que nos haga volar, si antes no hemos aprendido a caminar sol@s. No es un colchón sobre el que dormirse, que seguir queriendo requiere voluntad y esfuerzo y paciencia, a menudo, mucha paciencia.

Te quiero no significa propiedad, que si no es generoso no nos quieren ni queremos, ni es esperar respuesta alguna, pero que si llega es bienvenida y nos devuelve la calma.

Te quiero es, al fin, que me quiero más a mi por haber aprendido a quererte, es que seas feliz, que la vida te mime y no te hiera, que no olvides que me tienes, por eso, por que te quiero y me da la gana.



PERFECTAMENTE IMBECIL

Hay mañanas en que una se levanta -o directamente no se acuesta, como es el caso- y la única sensación que prevalece sobre todas las demás es la más difícil de tragar y no es por las ojeras ni por el rictus permanente de cansancio ni por los ojos enrojecidos, no, lo único que una percibe al mirarse, con dolorosa claridad , es su propia cara de imbécil.

He sido capaz de tolerar lo intolerable en nombre de lo que creía que debía y podía hacer por personas a las que quería, pero es obvio que una no sólo ha perdido perspectiva, cosa que ocurre con el exceso de cercanía física y afectiva, sino que he puesto en riesgo cosas demasiado importantes como para no lamentar el tiempo, el esfuerzo y el afecto desperdiciado con quien no se lo merecía. Así que, me lo voy a atar a un dedo, para que no se me olvide nunca...y bueno sería que todo el mundo se lo anote: hay cosas que una no debe permitir en nombre de nada...y así podremos ahorrarnos, para empezar, que quién nos mira del otro lado del espejo sea un/una perfecto/a imbécil.

lunes, 3 de septiembre de 2012

FINAL FELIZ

Voy a contarte una pequeña historia al oído, a ti que manejas como nadie los silencios, esos que más hieren.

Fue hace tiempo, quizá demasiado, pero mi memoria es buena todavía y recuerdo las primeras charlas, ese particular sentido del humor y mi curiosidad, una enorme curiosidad...que las muchas horas que fuimos dedicándonos acabaron por convertir en otra cosa. Y un buen día, que para mi hasta ese instante no era tan bueno, sonó el teléfono y una de las voces más hermosas  que haya tenido el placer de escuchar me provocó un respingo -que dicho sea de paso, dio lugar a una broma que luego se repetiría muchas veces-. Ese momento marcó un punto de inflexión en nuestra curiosa relación y hablamos, hablamos y hablamos...y hemos seguido haciéndolo hasta ahora (pasados ya varios años), con breves o menos breves paréntesis, pero ahí hemos seguido...Entre una cosa y otra, hemos compartido momentos muy intensos, dolorosos unos y otros imposiblemente felices, Y porqué imposiblemente? Pues por nuestras más que peculiares circunstancias, que no tienen ni deben entrar en esta historia, pero que al fin nos han traído hasta donde estamos, después de pasar la angustia de esperarnos, de desearnos profundamente y después de habernos querido mucho....Y no sé si te he dicho, corazón, que hablo de nosotras y de como nos hemos ido encontrando. Además aquí lo dejo, porque me siguen gustando los finales felices.

jueves, 30 de agosto de 2012

GRACIAS

Alguien con más envidia que vergüenza me dijo en una ocasión, no hace demasiado tiempo, que no entendía como podía definirme como una persona afortunada, así,  sin despeinarme y a mi, aparte de darme un breve ataque de risa, sólo se me ocurrió responderle con la verdad:

1-Lo de decirlo sin despeinarme es una obviedad, todo el mundo que me conoce sabe que, con estos pelos míos, despeinarme no es tarea fácil, ni peinarme tampoco.

2-Por lo demás, el comentario venía a cuento de la amistad y una presume, sin despeinarse y sin ningún falso pudor, de conservar amigos de toda la vida y otros que, sino de toda, de mucha, mucha vida...y presumo porque no es fácil que sea así, salvo que una haya vivido siempre en un mismo lugar y si el lugar es pequeño, con más motivo, aunque en este último caso las amistades duraderas -salvo honrosas excepciones- suele imponerlas el propio entorno y no tanto porque una los elija o ellos la elijan a una, sino  porque no quedan más leches, es lo que hay y punto pelota. Pero en mi caso particular, como en otros - aunque no conozco demasiados, francamente- la verdad es que como a lo largo de mi vida he disfrutado de múltiples paisajes, urbanos, semiurbanos, rurales e incluso del otro lado del océano, he tenido la suerte de ir cosechando buen@s amiga@s, con los que pese a la distancia y las miles de obligaciones propias y/o ajenas, nunca se han roto los vínculos de afecto y de confianza. Por eso, ahora que mis responsabilidades de madre y profesionales me han llevado a echar raíces más profundas, me emociona comprobar cuán fuertes son esos vínculos cuando, unas veces por sorpresa y otras previo aviso, aparecen en mi puerta personas a las que quiero y que, nunca, y eso que NUNCA suena y sabe a mucho tiempo, pero insisto, que nunca me ha cabido ni me cabe la más mínima duda de que seguirán formando parte de mi vida, ahora menos nómada y más firme que cuando nos conocimos.

Gracias.

lunes, 27 de agosto de 2012

SE MERECE ESTAS LINEAS

A esas alturas ni siquiera podía imaginárselo.
Ni de lejos cabía esperar algo así, ya que de hecho en los últimos tiempos las cosas habían ido de mal en peor, mejor dicho, habían dejado de ir o al menos sus caminos habían comenzado a discurrir en paralelo, o sea, sin ningún punto de encuentro. Sin embargo, cuando se iba acercando despacio, con su mejor sonrisa, por que todo apuntaba a una buena noche, deteniéndose aquí y allá para saludar a los que iban llegando, intuyó más que vio...su silueta, aunque inmediatamente desechó la idea: imposible, cómo podía haberse equivocado!!!!  Pero no, no, no, no y no....ESTABA ALLI, sin ninguna duda, con su enorme sonrisa, incluso en sus ojos de color miel y con la piel dorada en la cubierta del barco, como cada verano...

Y ahora qué? Pues nada, valor y calma...Ni el más mínimo gesto que denote incomodidad o sorpresa...

-Hola...

Y se agachó para darle un par de besos, mientras las rodillas amenazaban con dejarla caer...Pero no se cayó, por supuesto, a pesar de que su olor, tan familiar y tan amado...la atravesaba hasta convertirse en una dolorosa puñalada en el pecho. Se incorporó y prestó atención...

-Voy a quedarme un rato...

-Ah, si? Seguro que te gustará, de hecho cuando hablamos por teléfono estuve a punto de proponértelo... Se escuchó decir contra su voluntad, pero no mentía, así había sido, para su propia sorpresa, aunque al final no había dicho nada.

Más tarde comentaron que hay lazos que se mantienen, quiera una o no quiera y esa coincidencia vino, una vez más, a demostrarlo. Por eso ahí estaban, compartiendo un inesperado momento de ternura y haciendo increíblemente felices a quienes más querían...



PD: Este inusitado encuentro ya no le cambia la vida, ya no le quita el sueño ni siquiera será semilla de alguna renovada esperanza, pero desde luego sí se merecía estas líneas, que así la frágil y a veces tramposa memoria no podrá engañarnos. Y, curiosamente, mientras tanto, añoraba a alguien que estaba mucho más lejos.


jueves, 23 de agosto de 2012

LA FELICIDAD ES UN ESTADO (continuará)

La felicidad es un estado, me dicen. Un estado confesional? un estado de opinión? estado federal? estado de buena esperanza?...No sé, pero a mi siempre me suena a lugar común o a no querer o no poder dar argumentos a propósito, amén de que la felicidad, mayúscula y con mayúscula -perdónenme quienes crean lo contrario- es una utopía muy literaria y poco práctica en la vida real. Y esto lo opina alguien que se ha reconocido siempre como una persona básicamente feliz, a pesar de los pesares, quiero decir, a pesar de tener que pelear mucho, muchas veces y por muchas cosas - y los que me conocen bien saben que no miento-, a pesar de que, en algún momento, haya pasado más hambre que hartura y mis zapatos embarcasen más agua que alguna patera. A pesar de las pérdidas, que a todos nos toca enterrar a otros; a pesar de los fracasos, de los que nadie se libra; a pesar de mi misma, que me he equivocado, caído, hecho jirones...y he tenido que levantarme con la única ayuda de mi terquedad y de mis manos...a pesar de todo, he sido feliz. Soy feliz, a ratitos diminutos, a momentos sorprendentes, a segundos de locura. Y me río mucho más de lo que lloro. Y disfruto infinitamente más de lo que me lamento. Y sobre todo, mi felicidad mayor y esa sí la pongo con mayúsculas, letra a letra, cuando llego a mi cama, vacía a veces y otras no, lo que duermo, poco  o mucho, o incluso lo que no duermo, mi conciencia sí que duerme plácidamente hasta que la luz del día, otra vez,  me pone en marcha.





Ahora dejo mi sombrero y buenas noches, otra noche más.

martes, 7 de agosto de 2012

NOCHE DE AMOR

"Esta noche no duermo en casa, de hecho ya estoy en otro lugar y en otra cama.
En realidad, esta noche no me apetecía nada dormir sola y ha habido suerte, una llamada oportuna y una excelente excusa... me lo han puesto tan fácil"

Así comenzaba a escribir esta madrugada, pero no pude continuar...a mi compañera de almohada no le pareció nada bien mi poca delicadeza poniéndome a escribir con ella al lado comiéndome a besos..., tanto es así que me valió un buen gruñido, ya que normalmente me resisto a compartir cama con ella y para una vez que cedo, francamente, tenía razón y se merecía ser atendida.

Lo cierto es que el arrebato amoroso no duró precisamente hasta el amanecer, para lo cual tampoco faltaban muchas horas, pero además ella tiene la pésima costumbre de deambular por su casa y dormir donde le viene en gana y el tiempo que le parece., de modo que, de repente y tras un profundo lametón en toda la oreja...decidió abandonar el calor de mis brazos y largarse al sofá.

Desde luego no es la mejor opción, pero tampoco estaba yo para otras y me alegro del rato que pasamos juntas. Si estos días consigo escaparme iré a comprarle un regalo, para agradecerle su magnifica intuición y haberme regalado los mimos que me hacían falta, esta noche especialmente.

Gracias, Kira, prometo llevarte el hueso que mas te gusta.
Gracias, mamá, por tu  infinita paciencia.

lunes, 6 de agosto de 2012

RETRATO EN BLANCO Y NEGRO

Hoy voy a hablar sin reparos de una persona que ya forma parte de mi vida, con quien comparto sexo (no siempre) aunque nunca nos hemos encontrado en una cama -lo se, lo se, tampoco es necesario, pero yo se lo que me digo...jeje- y con quien el deseo es tan intenso, tan fuerte, que a menudo roza hasta el dolor. Si no se ha experimentado es difícil de imaginar, pero es absolutamente real.
Alguien que sabe de mi lo que no sabe casi nadie y de quien yo se muy pocas cosas ( las balanzas no siempre mantienen un equilibrio justo), pero que, sin embargo, ha compartido conmigo, casi día a día, lo mejor que le ha pasado en la vida y que yo le agradeceré siempre. Así que hoy, después de una larga charla, me apetece escribir, de algún modo como ejercicio de inmersión en la realizad, pero también como declaración de intenciones.
Se que tiene un carácter endiablado, algunos miedos por resolver, varias cosas a las que encontrar su sitio y un baúl de dudas. También que le gusta besar despacio y la palabra dura en el momento más inesperado. Se que ejerce de borde inquebrantable, aunque luego se derrita al menor gesto de ternura.
Contraviniendo todas las leyes de la cordura y del refranero popular, tiene el mal hábito de hacer granero de un grano de arena o un mundo de un suspiro que cabe en el hueco de una mano.
De corazón blando y muchas capas, más de cebolla que de acero, por entre las cuales derrama mas de una lagrima...Y desaparece, amurallándose en un hondo silencio, que luego rompe, herida de pena, si soy yo quien hace la maleta.
Susceptible, algo perdonavidas, celosa de sus emociones, salvo cuando afectan directamente a su sonrisa vertical. Desequilibrante, imprecisa, terca, absurdamente obcecada cuando menos hace falta....pero se que me quiere, cuando me lo dice y cuando no, lo creo firmemente, del mismo modo que yo también la quiero, sin ningún género de dudas.

PD : del retrato en color que se encargue el tiempo.