sábado, 20 de enero de 2018


 PRETERITO -cuasi- PERFECTO


He visto caer muros, pasar vendavales, las cambiantes estaciones, trenes a  menudo a ninguna parte y recomponer los pedazos a personas muy rotas.

He sentido fríos heladores, tórridos agostos, penas que parecían infinitas y alegrías que duraban lo que apenas una frágil pompa de jabón.

He escuchado arengas insoportables, súplicas que se llevó el viento, promesas incumplidas y soflamas que quizá alguna cosa dejaron incendiada.

He tocado y retocado el infierno más allá de lo saludable, el cielo con el cuerpo entero en muchas ocasiones y las utopías, todas y cada una...cada día.

He dicho núnca más todas las veces, lo siento tantas...o más, te quiero contadas y siempre ciertas y hasta nunca ni una sóla vez.

He amado un mar hace mucho tiempo, la tierra que me sustenta y me serena desde siempre, la luz de otros ojos y a mis hijos más que a nada/nadie.

He lamido mis heridas y las de otr@s, los helados de la infancia escurriendo brazo abajo, la mejilla de mi abuela para hacerla rabiar y algún lóbulo esquivo, un vientre o una entrepierna -perdón por la franqueza-.

He besado bocas que quisieron mis besos, las huellas de algunos pasos, la frente de mi madre y mis hermanos y los rincones que he podido de quienes he deseado y me dejaron...

He escrito desde que apenas supe escribir, para mi siempre y compartiendo cuando me ha apetecido o me apetece...En definitiva y parafraseando a quien lo hizo mucho mejor que yo, habré de confesar que "he vivido"....

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