jueves, 8 de noviembre de 2018

VENDAVAL ENTRE TABIQUES


-Me acuerdo...contraluz, silencio, que no tiene cinturón y sus vaqueros caen un poco y del golpe de ternura cuando toma con naturalidad mis gafas si le hacen falta.

-Me acuerdo de Georges Perec y me acuerdo de mi cuardeno rojo y me acuerdo...Otro día de lluvia, la voz ronca todavía y la última mosca del último verano insistiendo en dibujar infinitos sobre la pantalla.
                                         Plás.
                                                Cambiamos insecto volátil por mancha rojo Kandinsky.
                                         Click.
                                                 Música. Hum. Viejos boleros y limpiarse los zapatos.

El mundo entero en un cuarto pequeño.
Es fácil ir y volver, del teclado a las faenas, de las faenas al infierno o viceversa, mientras se suceden, involuntariamente, incluso durante un ataque de tos, vaivenes de memoria y tomo nota mental.

1-Pequeñas Travesuras de hoy: hacerme la dormida por no dar conversación y negarme a comer otra cosa que no fuese sopa portuguesa y pan de centeno. Toda la culpa es de Mafalda, aunque a ella no le gustase la sopa. Terrible sería no haber conocido nunca Portugal, que no se me olvide volver.

2-Puñeteras impaciencias: insistir en escribir y eliminar, escribir y eliminar,  mismo mensaje en repetidas ocasiones. Resultado último, vence Eliminar.

3-Dolores cerebroemoviscerales...esos que tienen que ver con la lucha entre lo deseado, lo debido y lo permitido. Opción paliativa: esperar sin hacer ruido, no sea que nos desasosieguen o revuelvan nuestras cosas.
                       Parón y fogones.

 Y.........Ohhhh, me acuerdo, me acuerdo, de un libro al azar en una estantería, abierto también al azar, hace muchos años, apenas pasada la adolescencia: Ojos de Perro Azul, de G.García Márquez y la primera frase decía..."tengo miedo de que alguien entre en esta habitación y me revuelva mis cosas".
El miedo, el mio, era fundado. Afortunadamente.


        




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