viernes, 27 de enero de 2012

DESVARÍOS

Sopla norte en todas las barras de los bares en que no estás y hay mar de fondo en las copas, con grandes olas de espuma...
Pero no llueve, claro, que aquí la lluvia la trae el viento del sur y este frío -la soledad también empuja- me devuelve al abrigo del sofá y de los libros, donde anidan, además de palabras, invisibles e infames ácaros.Toso y sigo a lo mío.

En realidad están en todas partes, las palabras y los ácaros, pero ahí están, también un poco por todas partes, que para eso es mi casa, los pinceles, las plumas, los lápices de colores, los acrílicos, las acuarelas...y tu, tu presencia de vaivenes, tu lengua afilada, tu distancia. Polizón entre mis cosas.

Escribo. A veces mentalmente, mientras camino, mientras trabajo, mientras me hablan...sano ejercicio para luego reavivar la memoria perezosa. Probablemente no te olvide ni un instante, creo. O quizá si, pero no me acuerdo.

Teléfono. Sí?
No, gracias, no quiero cambiar de compañía.
Realmente quería decir, no quiero su compañía. No interrumpa usted mis desvaríos, que tanta seriedad me aburre soberanamente.
Me sonrío, a mi misma. Me lo merezco, seguro.
Ah, y buenas noches.


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