domingo, 9 de septiembre de 2012

DECIR TE QUIERO

Decir te quiero y que no te quieran es triste, pero decir te quiero desde lo más profundo del alma y que la respuesta sea que no saben qué responder es terriblemente amargo.

Hay quien cree que debe decirse te quiero con cuentagotas, que sino se desvirtúa y pierde sentido, pero hay quien sabe también cuanto valor tiene y cuán necesario es escucharlo, sobre todo en horas bajas.

Algunas personas no dicen te quiero por miedo a que les digan que también les quieren y haya que salir huyendo, otras temen hacerse esclavos de sus palabras y eso les ate para siempre a quienes aman, como si las pobres palabras, pronunciadas o escritas, pudieran más que el corazón, que al final, verbalice o no sus emociones, es quien manda.

Te quiero, quérote (tan hermoso, en gallego)...no es una atadura, ni un contrato, ni un compromiso de hacerlo igual ni para siempre. No es un empujón al vacío, que tras un te quiero seguro que habrá unas manos amparándonos, ni es un motor que nos haga volar, si antes no hemos aprendido a caminar sol@s. No es un colchón sobre el que dormirse, que seguir queriendo requiere voluntad y esfuerzo y paciencia, a menudo, mucha paciencia.

Te quiero no significa propiedad, que si no es generoso no nos quieren ni queremos, ni es esperar respuesta alguna, pero que si llega es bienvenida y nos devuelve la calma.

Te quiero es, al fin, que me quiero más a mi por haber aprendido a quererte, es que seas feliz, que la vida te mime y no te hiera, que no olvides que me tienes, por eso, por que te quiero y me da la gana.



No hay comentarios:

Publicar un comentario