viernes, 26 de octubre de 2012

MALANDANZA, gracias...

Parece que quiere salir el sol, ese tibio sol de otoño que a mi me gusta tanto... Me encantaría que la climatología también colaborase en la despedida de hoy, a pesar de que cuando arrancamos llovió a mares. Lo recuerdo perfectamente, pero además lo he revivido esta noche revisando cientos de fotografías..., no sólo de ese 6 de abril, sino de cada día hasta llegar aquí, en que ahí estará Diego, con su inseparable cámara, dejando su particular grano de arena para la memoria de quienes estemos y para los que no puedan venir.

Sé que para mucha gente esto no es más que otro negocio que cierra, una aventura más que fracasa, pero los que nos hemos dejado en ello, no sólo la apuesta económica en momentos difíciles, sino nuestras ideas, nuestro trabajo y muchas, muchas horas de nuestro tiempo, sólo nosotros sabemos que hay más que todo eso...dedicación, empeño, ilusión, tensiones, cansancio, preocupaciones, pero nunca nos han faltado las ganas de seguir intentándolo y eso, desde luego, no es fracasar.

Por aquí ha pasado todo tipo de gente, a un lado y a otro de la barra, unos dejando su huella en las paredes del local, otros trabajando siempre con el mejor ánimo, algunos llenando nuestras horas de charlas irrepetibles y fantásticas y también ha habido personajes de infausto recuerdo, pero a esos ya les hemos olvidado, ya que, por fortuna han sido los menos.

Pienso en los artistas que han subido a nuestro escenario, a los que agradezco con todo el corazón el esfuerzo que ellos también hicieron para acompañarnos:Alberto Conde, Paco Dicenta, Arturo Ruade, Diego Pacheco, Alvaro y Suso Costas, junto a su formación, Thre Crass, Mónica de Nut y Virxilio, Geta Geta Top, Olympia Jazz, Crema de Gaita, Moncho Borrajo, Delio y Jorge, Gustavo Almeida, Andrés Suárez, Lidia Uve, Leonardo Rodrígues, Ellen de Lima, Julio Fowler, Cristian Alvarez...y alguno me dejaré seguro, pero para todos mi admiración, mi agradecimiento y por supuesto, mi cariño. Y por suerte, con muchos de ellos me une también una relación de amistad que va más allá de la colaboración profesional.

Respecto a las personas con las que he compartido más horas que con mi propia familia, pues también de todo hemos tenido, sobre todo por lo que quienes más cerca han estado de mi, achacan a mi exceso de confianza, que me ha llevado a cometer errores serios, pero con todo, no me llevaré un mal recuerdo, pero sí la lección aprendida. En cualquier caso, gracias a Mónica, Luca Mangano, Roberto Montesinos, Lucas, Iván, Bruno, Celso Cao, Ana, Cris, Eli, Mario y su hermana...Y finalmente, Tata y Viti, quienes han hecho de este último tirón una balsa de aceite, sin sobresaltos y en la que han puesto todo su empeño y un magnífico trabajo, a pesar de que las circunstancias no eran, ni de lejos, las mejores. Siento que se incorporasen tan tarde a esta pequeña familia, pero nos queda mucha guerra que seguir dando a los tres y si la suerte nos ayuda un poco...quizá podamos seguir haciendo cosas juntos.

En cuanto a tod@s los que han querido compartir esta andadura con nosotr@s...también muchas gracias y espero que volvamos a encontrarnos en una futura continuidad de este proyecto o en cualquier otro.

En el tema familiar, aunque pueda hacerlo y lo haré, personalmente, gracias, gracias, gracias...a mis hermanos, Enrique y Marcos, sin cuya ayuda nada hubiera sido igual. Un millón de gracias a Inés, mi madre, que ha cuidado de mi y de mis hijos sin una queja y ha echado una mano también en temas del local desde el minuto cero. Y gracias a mis dos soles, Leire y Carlos, por la paciencia, por la alegría y por el amor que me han dado cada día, a pesar de lo que nos ha costado vernos menos y ambos estarán como en la inauguración, acompañándome un rato esta noche, porque son, sin duda, quienes más se lo merecen.

De l@s amig@s, poco puedo añadir que no haya dicho y escrito mil veces, salvo una vez más que les quiero y que son un pilar importantísimo de mi vida y en esto también, como no podía ser de otro modo.

Y por último, muchísimas gracias a Ana, Miguel, Carlos y Nati, del restaurante Boga y a Bruno de El Cafetal, por los consejos, los capotes y el cariño con que nos han tratado.


HASTA PRONTO.

Ana MALANDANZA.



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