jueves, 15 de agosto de 2013

IGUAL Y DONDE SIEMPRE

Cuando hablo con personas a las que quiero y no veo con toda la frecuencia que desearía, a menudo suelo decir que "estoy donde siempre" y normalmente no es necesaria más explicación, sin embargo, alguna vez también ocurre que me encuentro con la respuesta  menos apetecible, "no, no estas donde siempre" y yo, con mi humor habitual, siento la tentación de aclarar que no me he mudado de casa, que sigo en la misma ciudad y con el mismo puñetero número de móvil y que tampoco me he vuelto verde, pero me callo, porque en realidad lo único que cabría hacer es insistir, una vez más, en que estar donde siempre significa algo tan obvio como que los afectos permanecen, las ganas de reencontrarse no han variado y las lealtades son las que han sido hasta ese instante. Sin embargo, también hay que reconocer que los cambios, i-ne-vi-ta-bles, en la vida de cada cual pueden conducir a error y dar la impresión de que no sólo no estamos donde solíamos, sino que ya ni siquiera somos quienes éramos...Y NO, no es así. Cambiamos, por supuesto -y menos mal!-, reconducimos nuestros hábitos, nos enamoramos, por ejemplo y pasamos una temporada en las nubes, hasta que la cruda realidad nos agarra de los pies y nos devuelve al suelo; los horarios laborales mudan, la presencia de los hijos obliga a funcionar distinto y también podría hacer una larga lista de imponderables que nos abruman y pueden mantenernos en apariencia en otro lugar y de otro modo, pero a mis años, que ya son un buen puñado...cambios profundos...pocos. Por eso me hiere esa respuesta y por eso escribo, porque soy la torpe de siempre -para muestra estas líneas, que no debieran de ser necesarias y parece que se han hecho imprescindibles-, porque el espacio indefinido donde se alojan los sentimientos se mantiene inalterable, porque mi tiempo, ahora más complicado de gestionar, volverá poco a poco a reordenarse y porque, básicamente, sigo siendo la misma, para bien y para mal, aunque mi vida cada día es un poco mejor y más feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario