domingo, 9 de diciembre de 2012

MUJER

Empezó por lo más obvio,  abrió su bolso, rebuscó en su pequeño caos y encontró la cartera de la que extrajo el documento acreditativo de su identidad, una identidad en la que nada había tenido que ver ella, puesto que no había decidido ser creada y luego lanzada al mundo sin paracaídas. Tampoco habían esperado a preguntarle cuál sería el nombre que más podría gustarle  -que una mala elección puede ser un calvario para cualquiera-y sería deseable poder encontrarse a gusto con el, encajándonos como un buen traje hecho a medida. Así que, entre reflexión y reflexión, tomó el DNI en su mano izquierda y con la derecha encendió un mechero cuya llama alcanzó el plasticoso símbolo hasta hacerlo desaparecer.

Se sonrió para sí misma y acto seguido se desabrochó despacio la camisa que, cuidadosamente, colgó en el respaldo de una silla y tras ella el sujetador al que, con bastante menos aprecio y asido por un tirante dejó caer en el cubo de la basura.

La misma suerte corrieron las incómodas medias y los insanos zapatos de tacón, los potingues para disimular ojeras, el lápiz de ojos, las barras de labios, los distintos maquillajes y sombras de ojos, las uñas de quita y pon y toda la colección de esmaltes, la cera, las cuchillas de afeitar, las pinzas de depilar. También el secador y la plancha del pelo, la gomina, la espuma, los rulos y el tinte en todos sus tonos...

Hizo añicos el carné del gimnasio, anuló las clases de pilates y las suscripciones a las revistas de moda y decoración de interiores. Incluso los libros de cocina acabaron en el contenedor más próximo, junto a tooooodos los manuales de los electrodomésticos y...el que venga o la que venga luego, allá se las componga.

Completamente desnuda, sobre la cama, pensó que a partir de ese instante tendría el único nombre que  realmente la definía y que no necesitaba de más aditamentos soy una mujer y ese es el único nombre que quiero: mujer.

Mujer sin más apellidos, ni el de madre ni el de amante ni el de esposa ni nada que no sea yo misma. Mujer con todas las consecuencias y todas las alegrías.

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