miércoles, 26 de diciembre de 2012

NO, porque no quiero.

"No eres el centro de mi vida", NO porque no pudieras serlo, SÍ porque no quiero.
Hay cosas que una debe decir, debe sentir, debe defender, que la dignidad no puede perderse. De nada sirve malgastar energía, palabras ni gestos en quien no lo merece. Hay que verse cada mañana en el espejo sin que el reflejo que nos devuelva nos golpee con vergüenza.

No me resigno ni espero nada tampoco...A enemigo que huye, puente de plata, que dice el refranero...y a un amor que se va, siete cerrojos, añado yo. Porque hay quien un buen día coge la puerta y se va, pero sigue viendo el enfrentamiento donde ni siquiera asoma un poco de hostilidad y ahí no queda más que la calma, la sonrisa condescendiente y quizá un atisbo de compasión, que si se ha amado de verdad, puede que algo quede..., pero después de eso...el octavo cerrojo.


Ni un paso atrás, ni una mirada, ni un mal "que hubiera pasado si...", ni un "por aquello que tuvimos en común"...ni siquiera por lo que tengamos todavía. Cerrojazo y tentetieso. Tente tiesa, erguida, caminando. NO eres el centro de mi vida, porque no quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario