miércoles, 21 de septiembre de 2011

CONTRADICCIONES

Tengo mariposas en el estómago, mil palabras palpitantes, calientes y vivas latiéndome en la sien, en el pecho, en el sexo, en la yema de los dedos y sin embargo no sé como hacerlas llegar a su destino o sí sé, pero seguramente no tengo el valor necesario y en cambio me sobra el miedo a dejarlas salir y que caigan al vacío, que se hagan añicos y me arrastren en un remolino de imposibles.

Hay puertas a las que una jamás se atreve, no a llamar, ni siquiera a acercarse. Y aunque nunca he sido cobarde, la sola idea del dolor pone freno a las ganas, pero tampoco me sirve la católica resignación de ver el tiempo marchitándose, dejando en manos de ningún dios, que sea lo que él quiera.

Hay sentimientos que no hay mordaza capaz de acallarlos, silencios explícitos como un grito, pasiones que no se nombran, pero que inundan la mirada y los gestos, por más que una se sienta segura tras las gafas y con las manos escondidas en los bolsillos. Incluso aunque no nos hallemos frente a frente con quien nos conmueve y nos revuelve el pensamiento.

Las contradicciones, las emociones encontradas, me hacen oscilar como un frágil péndulo, pero también hacen que la vida en tiempos duros y no sólo hablo de crisis económicas ni climáticas ni bélicas..., digo que la vida sin embargo, así, en este vaivén, se irisa, gana en matices, en tensiones, en vértigo e incluso en alegría.

Subo y bajo, bajo y subo y me detengo, me repito que no saldrá ni una línea más, pero entre duda y duda, en la lucha entre la razón y el deseo, siempre termina por vencerme el deseo...tan lleno de razones!! Y ahí lo dejo, al fin, para que hagas con él lo que te plazca.

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