sábado, 3 de septiembre de 2011

RESACA

Mirando a un cielo de nubes blancas, interrumpió su pensamiento, ya bastante confuso, el vuelo errático y mareante de una mosca. Tras unos segundos cerró los ojos.
Sería así la ceguera blanca de la que hablaba Saramago? Por que parecía que las nubes traspasasen sus párpados y se adhiriesen a sus pupilas cansadas...Y allí las dejó quedarse durante un buen rato, hasta que como en el teatro, lentamente se cerró el telón, las luces de su cerebro se fueron apagando, los ruidos se alejaron y en brazos del esquivo Morfeo se dejó mecer dulcemente.

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