miércoles, 15 de mayo de 2013

MI HERMANO






Yo fui la primera en tenerle en brazos cuando nació, una lejana noche de Reyes e iba a verle varias veces al día al hospital durante los muchos que pasó en el, aquel invierno tan frío y con tanta niebla. Cuidé de él, le ayudé a ponerse en pie, le enseñé lo poco que sabía y le quise desde el principio como le quiero ahora, sin fisuras y sin vaivenes.


Fue un buen niño, extrovertido y risueño en apariencia, pero reservado para sus cosas, que mientras vivimos juntos me acompañaba siempre, agarrado a mis vaqueros a distintas alturas, según iba creciendo y aunque nos separaban muchos años, el tiempo nos fue aproximando hasta mirarnos de igual a igual.

Hemos compartido todo tipo de emociones y de aventuras, incluso algunas sólo confesables a los más íntimos, hasta crear lazos realmente irrompibles, a pesar de que más de una vez las circunstancias nos han puesto a prueba duramente.

La vida nos ha llevado y traído muchas veces, poniendo distancias que nunca minaron nuestro vínculo ni evitaron que tirásemos del otr@, unas veces el, otras veces yo, sin preguntas, sin reproches y sin cuentas por pasar. Quienes nos conocen poco se sorprenden, pero quienes ya nos han calado no les extraña nada de lo que nos vean hacer o decir. Somos así, sentimos así, como se ve, sin más dobleces.

Tenemos diferencias notables y podemos incluso alzarnos la voz, pero nunca hay nada tan grave que nos haga tambalear y al final no nos fallamos. A ambos nos falta tiempo para besarnos o sonreirnos...y ya todo se calma y las aguas vuelven a su cauce.

Hace ya tiempo que dejó de ser un niño, aunque yo le trate a menudo como entonces y el se comporte a ratos como si lo fuese y lo cierto es que se ha convertido en un hombre, sobre todo -además de sus otras virtudes y defectos- en un hombre bueno, en constante equilibrio entre la dureza y la fragilidad, entre la cruda inmersión en la realidad y su constante déficit de atención, más que enervante, resultado de su inquieto cerebro siempre pasado de revoluciones.

Hoy me ha regalado una pluma, que utilizaré con placer, pero en realidad él es el mejor regalo,  del que no he dejado de alegrarme ni un sólo minuto desde aquella noche del cinco de enero. Es mi hermano, mucho más que mi hermano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario