viernes, 8 de febrero de 2013

MAÑANA DE CARNAVAL

Pese al descanso justito, un país hecho jirones, el dolor y la cojera...y un buen puñado de problemas personales, de los que nadie se libra, mi mañana suena a una pieza para violín que me eriza el vello y sabe y huele a pan recién hecho.

Es viernes, un viernes frío pero luminoso, que no sé muy bien que traerá, pero que sí se lo que se lleva, de momento la risa y el calor que hacen de esta casa el mejor lugar para vivir. No será por mucho tiempo, pero suficiente para empezar a sentir la ausencia sin que siquiera se haya producido.

Se van los que más amo y me gustaría verles irse con la alegría y con la ilusión que debería sobrarles todavía, al fin y al cabo es un viaje de placer, de cambio de paisaje tan necesario y sin embargo...

No puedo dejar de darle vueltas a como nos equivocamos los adultos, a como se nos olvida que hemos sido niños y que esos ojos no miran al mundo como los nuestros, ya maltrechos, teñidos de una vida que ellos desconocen...y lo peor, para mi, es saber que sólo estas dos manos no pueden darles todas las certezas ni construir paraísos sin espinas.

En fin, mañana de Carnaval...que inevitablemente terminará en lágrimas, pasajeras espero, pero no debiera costar ni una sola que supiese amarga.
En cualquier caso...feliz fin de semana, con máscara o sin ella.

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