miércoles, 6 de febrero de 2013

SEIS

Hay regalos impagables, por inesperados y porque llegan a nuestra vida para dar más luz y más alegría a los días, aunque estos sean de invierno y aquella ya esté otoñando.
Sin despeinarme o sin peinarme demasiado, que es lo que mejor hago, se me ocurre...

la risa
un aquel de locura adolescente
el deseo
la ternura
los silencios compartidos
y las palabras alborotadas
los rincones con dulce ausencia
ojos en los ojos
labios
lengua
una vieja canción recuperada
memoria lejana de un tiempo reciente
el cerebro confuso
la voz un tono más bajo
sólo uno
acariciando la espalda

P A R A  T I: seis letras apenas y no me sobra ninguna.

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