jueves, 23 de junio de 2011

La HOGUERA

A menudo me digo que no escribiré más, que del mismo modo que hacerlo me ha servido para vencer al olvido, también ha hecho de cruel recordatorio del dolor.
Hoy, sin quererlo, he tenido que buscar un documento en una caja en la que evito hurgar, por que nunca me siento lo suficientemente fuerte para ello, pero en este caso ha sido inevitable y me he tropezado con la constatación de que estaba mucho mejor cerrada o mejor todavía, que hay cosas que no deben dejarse por escrito o nos seguirán hiriendo una y otra y otra vez…Sin embargo, también es cierto que a estas alturas escribir se han convertido en una necesidad vital …pero, aprovechando que esta es la noche de la celebración del solsticio de verano, noche de encantamientos y del fuego purificador, voy a hacer mi propia hoguera con el contenido de esta personal caja de Pandora y liberarme así de todos los fantasmas que la habitan . Y finalmente, en el placer de la contemplación del fuego recordaré de paso a un buen y querido amigo, que cumple años el veinticuatro de junio, cuyos escritos conservo y que, como mi afecto, nunca serán pasto de las llamas.
Felicidades, Miguel.

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