domingo, 10 de marzo de 2013

10 DE MARZO DE 1981

10 de marzo de 1981...Regresaba de dos o tres días de de un carnaval como recuerdo pocos, ya que si la memoria no me engaña, la última noche la había terminado en una vía muerta, en un vagón de tren. A media mañana aparecí por el instituto, obviamente después de saltarme un par de clases y me dejé caer por la sala de estudios, que era uno de los mejores espacios posibles, con una de las paredes convertida en inmenso ventanal, con vistas a un soto precioso. Brillaba un sol casi  primaveral y sólo había una persona allí, pero no a quien yo buscaba. Nos saludamos, hice una pregunta, iba a irme y ella me preguntó a dónde iba y mi respuesta fue:

- No sé, si quieres venirte...

Y se vino. Y se vino también al día siguiente y al otro y al otro y al otro....Tenía dieciséis años, enormes ojos, larga melena rizada y unas curvas de escándalo para sus pocos años, que junto a mis desaliñados dieciocho,  todavía por cumplir, que ella era una recién llegada blanco de todas las miradas -y de todas las intenciones-  y yo "un elemento conflictivo"...nos convertimos en una curiosa pareja. Amén de ser dos mujeres -dos casi mujeres- y de querernos siempre a plena luz en un lugar pequeño, rancio y conservador.

No puedo dejar de mencionar un tiempo antes de ese feliz encuentro, otra ocasión en que me prestó dinero para tabaco -cosas de la edad...y la poca administración- en que al darle las gracias le dije "uy, cuánto te voy a querer yo a ti!!!"...Y sí, así fue y ha sido hasta hoy.

Fue una amor de juventud, intenso, apasionado y difícil, que no tuvo opción de agotarse o trasformarse, porque las circunstancias nos separaron irremediablemente, poniendo entre nosotras muchos kilómetros y muchas lágrimas y dejándonos la duda inevitable de qué habría sido si nos lo hubiesen permitido. Sin embargo, el deseo de reencontrarnos fue mucho más poderoso que el empeño de otros en evitarlo y han pasado treinta y dos años, hijos, amores, desamores, soledades, contratiempos, distancia, pero jamás nos hemos perdido y nunca hemos dejado de querernos.

Fue un tiempo y un amor irrepetible, porque ella es también irrepetible.

Gracias, amor, por todos estos años y por todos los que nos quedan por vivir.

















































No hay comentarios:

Publicar un comentario