viernes, 15 de marzo de 2013

ANTICIPACION

Improvisar está muy bien. Me encanta la improvisación, pero también me apasiona hacer planes, sobre todo si se trata de un viaje, aunque sea corto -me vale a la vuelta de la esquina-, es disfrutarlo largamente...

La ansiedad de la anticipación:

Cómo será?
Qué haremos?
Incluso qué comeremos?

Estoy en ello, pensando en dos pequeños desplazamientos y ambos me seducen, me apetecen, porque en ambos casos tengo una cuenta pendiente por resolver.

No coinciden en direcciones contrarias, pero casi, con algún nexo común, reencontrarme con dos personas queridas. Una hace muuucho que no la veo, quizás un año y además regreso a una ciudad en la que fui muy feliz. Disfrutaré recorriéndola de nuevo, intentando que mis hijos, que me acompañan, la vean no sólo con sus ojos, sino también con los míos, ahora que han crecido un poco más, al tiempo que subsanaré, espero, algún error cometido...

El otro viaje, un poco más largo, me lleva muy atrás en la memoria y a una conversación demorada veinte años, cuando no había ni tiempo ni lugar para ella. Pero ya sí, ahora sí, que nos la debemos.

Y si esto fuese poco, que no lo es de ninguna manera, me espera una apuesta por ganar o por perder, que nunca se sabe y un encuentro deseado. Una primera vez que, sin duda, será preludio de muchas otras veces.

En fin, que estas fechas de semana santa que tan poco me gustan, pretendo que sean mucho mejores que la mayoría de las que me ha tocado vivir.





No hay comentarios:

Publicar un comentario