domingo, 1 de mayo de 2011

DIVAGANDO

(28 de octubre de 2010)

Hay días de mucha tontuna en que una salta de la cama para tropezarse con un pelo del gato. Te incorporas sacudiéndote la torpeza y te enderezas la lazada de los zapatos, esa que un diestro amado quiso enseñarle a tu zurdo cerebro y que núnca has terminado de atarte bien. Te sacudes también el polvo gris de las ojeras y ordenas al tiempo los rizos rebeldes de tu pelo. Y ya estás lista, o eso parece, para lanzarte a las calles que apenas te saludan distraídas en desperezarse, xq, corazón, todavía el sol trasnocha con su última amante. Aunque tampoco importa demasiado, xq incluso te has quitado las gafas para que la realidad se te emborrone... harta como estás de ver las horas vestidas de ajado terciopelo. Pero llegada a este punto inútil y viéndote en la cima de un tobogán absurdo, te abotonas -por fin- los puños de la camisa y te echas a andar al ritmo, solo tuyo, de una sonora cacajada..

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