domingo, 1 de mayo de 2011

POR ULTIMO, LOS TUYOS

(7 de marzo de 2011)

Con sabor a chocolate de muchos colores, eran los de la infancia.
Los de mi abuela, brillantes, sabían y olían a manzana asada en invierno.
Los de color blanco, dulces, muy dulces, de mis hijos o con aroma suave de rosas, luminosos, los de mi madre.
También los hubo salados, tan intensos como tiernos, de un amor-amante que no olvido…
Pero además recuerdo los de sabor a cerveza, soleados; los nocturnos, mezcla de tabaco y promesas, casi siempre incumplidas; los recibidos al despertar, con su propia melodía y sabor a menta y sueño…
Los que duraron veinte años, largos, familiares, con toda la gama del arco iris, que sabían a hogar y a tiempo…
Aunque no me engaño, también los he sufrido amargos y oscuros; acres y tristes; embrutecidos y ansiosos; de puro trámite y olor a vinagre...
Y, por último, ya sólo me quedan los tuyos, tus besos, desconocidos, deseados…sin color ni sabor todavía…., ni música que los envuelva...

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