jueves, 19 de mayo de 2011

MEMORIA O NOSTALGIA

No hay tiempo más absurdamente perdido que el empleado en añorar lo que ya no se tiene. La nostalgia, como tema literario, es un recurso de fértiles resultados, pero como parte de la cotidianidad es un lastre de funestas consecuencias. Lo digo desde las cicatrices que deja y me reconozco, y desde las de otros, que también he visto muy de cerca.
Si se mira permanentemente hacia el pasado, extrañando el amor que fue y ya no es, las personas que estuvieron y se han ido, incluso quién una era y ha dejado se ser –por edad, por experiencia, por kilos, por alegría…- lo que ocurre es que estamos desperdiciando el presente, instantes preciosos e irrecuperables, dilapidando energía y dedicación que estarían mejor al servicio de causas más provechosas….así que, con perdón, a la mierda con la nostalgia, la morriña, la saudade, sea cual sea el idioma en el que se padezca…., teniendo claro que otra cuestión es la de la memoria, bien o mal (por lo que duele a veces) necesario, sin la cual no aprenderíamos, ni enmendaríamos, ni evitaríamos muchas cosas (aunque hay quien tampoco así). De modo que…a cuidar de que la memoria no se pierda y a pelear por que la nostalgia no nos esclavice.

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