lunes, 9 de mayo de 2011

ZUM ZUM

zum zum....y zum nuevamente, colgada sólo de un pie en el trapecio, mientras ella, sujetándose con sus elásticos brazos, zum...zum...zum, se cruza conmigo en el aire, ajena al vértigo que me impide dejar de mirarla.
Mientras los músculos de mi espalda crujen como cristales rotos -tanto es el miedo que me atenaza!- pienso en cuándo pisaba todavía tierra firme y no soy capaz de recordar cómo he llegado hasta aquí, tan alto, tan lejos, tan sin red...sin red, si, sin más seguridad que estás torpes manos y estos frágiles pies, pies de barro, mortales, finitos, humanos...y ella, zum zum, con su sonrisa y su vaivén...ajena o no a mis deseos y a mi miedo, hermosa. excitante, tierna, brusca, a veces cruel, mujer anclada en un trapecio...

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