domingo, 1 de mayo de 2011

RESCRIVIR (y que nadie me corrija la ortografía)

(8 de marzo de 2011)

Impulso febril de vaciarse, como si del sexo más apasionado y salvaje se tratase
Necesidad irreprimible de llevar la propia emoción hasta el extremo
Puro instinto de sobrevivir, de no claudicar nunca ante la desgana
Disciplinado ejercicio de conciencia, de crítica y a veces, si lo merezco, de autocastigo
Pero también...
Medio para acercar caricias hasta donde las manos no alcanzan
Refuerzo de la propia voz, que no siempre tiene el eco suficiente,
mientras la palbara escrita no se pierde ni envejece
Recuerdo, constancia, compromiso, entrega, piel y sueños, que doy en cada línea,
en cada pensamiento que hago párrafo...
Escribir con dolor o con dulzura, como bálsamo o como revulsivo,
con amor o con distancia, con ronía o incluso con indeseable cinismo...
Respirar-escribir-vivir, con permiso de la Academia de la Lengua, parirán un verbo nuevo: RESCRIVIR, que es lo que yo hago.

No hay comentarios:

Publicar un comentario